25 de enero de 2010

Capitulo 2.- Nuevo Alumno

Capitulo 2
Nuevo alumno


La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
Roger Martin du Gard


— Hermano -Llegue gritando hacia el.
— Stella la estrella –Me abrazo como si no me hubiera visto en días.
— Laila –decía dejándolo de abrazar – No soy Stella la estrella.
— Si te llamas Stella –Me provoco.
— L-A-I-L-A –recalque.
— Está bien Laila –Me sonrió.
Sentía el sudor por toda mi cara, casi de un salto me senté en la cama; que sueño tan raro. Me sentía extraña. Sentía como describirlo nostálgica.
Después del sueño no volvía dormir; esa extraña sensación no me dejaba molestar. Las pocas horas que quedaban para que sonara mi despertador fueron interminables.
Una semana larga, siempre me he fijado que la primer semana de clases todos apurados por entrar y muy trabajadores. Pero pasando la primera semana todo se vuelve monótono.
Hoy quedo como un día transcendental, llegue temprano; mis compañeros se sorprendieron al verme llegar. Que no podía llegar temprano sin que todo mundo se sorprendiera.
Cuando llego el maestro no llego solo, llego con un chico nuevo que por primera vez en la mañana me hizo sonreír, después de las extensas caras de sorpresa.
— Buenos días a todos –Saludo y después miro hacia donde estaba yo – O que milagro Señorita Wood, se cayó de cama- Y todos se empezaron reír, porque el mundo creo que no puedo llegar temprano – Bueno dejando el hecho de que por fin llego la Señorita Wood llego temprano, quiero presentarles al nuevo alumno se llama Joel Cross, viene de la capital –anuncio y se volvió a quedar pensativo – Bueno Joel para tu desgracia nada mas queda un lugar vacio, así que te vas tener que sentar con la Carla.
Sentía que mi corazón palpitaba cada paso que daba. Quien era él para que hiciera que mi corazón reacciona de tal forma. No tardo en llegar hasta mí para que mi corazón estuviera a punto de explotar.
— Carla verdad –dijo Joel.
— Sí, siéntate –Sonreí.
Esta clase fue en la que menos preste atención, mi cuerpo estaba presente pero mi mente vagabundeaba en otro mundo. Cuando sonó el timbre empecé a recoger mis cosas, cuando mi torpeza de siempre hizo caer mis libros. Joel no tardo en levantarlos.
— Bueno yo creo que por hoy será mi guía al salón –siguió cargando mis libros – O no volverás a ver tus libros –todavía me amenaza. ¿Quien se cree?
— Me rindo sígueme –Me reí con una voz más agudo de normal. Que me pasa.
Un silencio incomodo se formo entre nosotros, pero al parecer Joel no tardo en romperlo.
— ¿Oye la siguiente clase es aburrida? –pregunto Joel incomodo
— Pues depende de ti, te gusta la Aritmética –conteste sonriéndole, o no le estaba sonriendo.
— La verdad no, pero si le entiendo –aclaro Joel
— Mmm, es algo aburrida, pero si le entiendes es un gran avance –siguiendo riendo.
— Tú no le entiendes verdad –pregunto con cara de incredulidad.
— Para nada, me hago líos –avergonzada de mi ignorancia.
— Un día si quieres te ayudo –prometió y hora si me sorprendió.
— Gracias –agradecí algo sonrojada
Llegamos al salón, para sorpresa mía se sentó a lado de mí. Que traía entre manos, me sentía observada, después de que se sentó a mi lado. El no era la séptima maravilla para que todos se quedaran viendo... bueno a la mejor la sexta. Me reí para mi interior, estaba a punto de descontrolarme y soltar una risita cuando el maestro llego.
Me empezaba desesperar no podía pensar en otra cosa que fuera Joel, si seguía así sería mi ruina en cuanto mis calificaciones. Cuando sonó la campana, suspire resignada; no había entendido ni lo mas mínimo de la clase.
— Hoy estuvo fácil la clase -Comento Joel espantándome –Lo siento te espante...
— No... bueno si... un poco... –Sentía como mis mejillas se ponían rojas -me agarraste desprevenida.
— Entonces estuvo fácil la clase –Pregunto de nuevo.
— Claro pan comido –Esperaba que entendiera mi sarcasmo.
— Bueno creo que te dejo tengo que ir al salón del B para pasar por mi amigo Esteban
— Seguro que me están siguiendo –Se me quedo viendo medio raro –Es que también voy al B
— Aaaa –Empezamos a caminar rumbo al B –que casualidad
— Siiii que casualidad
Para cuando llegamos al salón, ya sabía que se habían divorciado sus papas y por eso estaba aquí solo con su mama y que se quedaban con unas tías. Cuando le conté de que no recordaba nada sobre mi pasado, su reacción no me sorprendió es la mínimo, todos hacen lo mismo cuando les digo que no sé nada de mi pasado.
— Entonces enserio no recuerdas nada de ti –Dijo sentándonos en una banca cerca del salón.
— Mis recuerdos empiezan cuando me encontraron –miro a los ojos –Si es triste no saber nada mí anteriormente, pero ahora puedo formar nuevos recuerdos.
Siempre que habla de este tema no era el mejor tema de conversación. Porque todos se arrepientan de seguirme preguntando. En eso momento salieron todos. Deje salir un suspiro.
— Por acá – grite viendo que no me veían. A veces estaban poco ciegas.
— Parece que por fin va almorzar Sara con nosotras –anuncio Carol, ignorando la presencia de Joel.
— Bueno ya vi a Esteban –se paró de un brinco –Te veo en un rato.
— Adiós–dije, pero en eso paso ángel y le dio un pequeño golpe a Joel.
— Fíjate por dónde vas –murmuro Joel, en eso salió su amigo – Provecho Carla... no te atragantes de comida– Vi como se alejaba de nosotros.
— ¿Quién es él? – dijo Sara llegando apenas.
— Es un nuevo compañero y es mi compañero de laboratorio –pregone, pero en eso no tardaron en atacarme con preguntas Sara y Carol, mientras caminábamos hacia patio.
— Está muy guapo –aprecio Sara - ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde viene?
— ¿Es lindo? –Dijo Carol - ¿Es engreído?
— Calmadas –dije- Supongo que tienes la misma edad que nosotras, viene de capital, si el lindo, no es engreído y es mío.
Las cosas pasan por algo, mis días empezaron a hacerse más rápidos. Desde la llegada de Joel, sentía que una parte de mi se había renovado. Sin embargo mis pesadillas sobre un hermano, me atormentaban cada noche haciéndome preguntar ¿Por qué aparecía el en mis sueños?
No podía reconocer aquellos ojos cafés que tanto en mis sueños me veían. Yo tenía unos curiosos ojos azules, algo extraños por el tono de azul. Los días me los días en clase me pasaba conversando sobre una cosa o la otra con Joel. Y en las tardes hacia lo mismo por mensajes. Como esta tarde que por fin me atreví a confesarle mis sueños. Era un tema que no había podido tocar con él, por miedo a que me tomara como loca.
> Que sueños tan raros Car.
> Si de los más raros, pero no logro descifrar
> No eso no, porque sueñas con él y no conmigo
> Porque contigo no serian sueños si no pesadillas
> Ah! Que mala! Conmigo seria unos encantadores sueños.
> Si como no, mi saldo se acaba así que a la mejor este es el último que te mando...
> NOOO!! para que no ahorrar saldo
> Oh si salió... si ahorro, pero si no estuviéramos mandando a cada rato, me duraría más.
Pasaron varios minutos y no respondía. Avente el teléfono por mi escritorio y me ti a bañar. Un baño de agua caliente me caería bien. A medio baño pude oír la música de Santana de Far away.
Empecé a cantar al ritmo de la música en ingles, desafinaba un poco pero no rompí ningún vidrio. Cuando Salí del baño lo primero que hice fue revisar el mensaje.
> Bueno entonces no te molestare mas
Era Joel, hasta el final me mando una cara triste. Sabía que en realidad no estaba enojado, así que no me preocupe mucho.
> Que malvado me acosas!!!
> Ahora soy el villano!!!
> Si el que secuestras a la princesa de su príncipe azul!!
> Y qué tal si yo solo estoy recuperando lo que es mío.
No lo había entendido eso, está a punto de enviarle que me lo explicara cuando ya no salió el mensaje. Que mala suerte tenía.
Cuando voltee a ver la hora, que noche era. El tenia razón, mi saldo se acaba por él. Metí a la cama un poco confundida, pero al final como cada noche logrando dormir.

— ¿Qué tal me veo hermanito? –Pregunte con mi nuevo vestido azul.
— Te ves linda Stella –Se acerco –Se ve monito con tus ojos.
— Los tuyos son lindos.
— Pero no únicos
— Si lo son porque son color chocolate, mi dulce favorito.
Otro sueño, cuando terminarían. Me senté un poco impaciente, recordaba a esa niña; Era yo.
Como no lo había notado antes, cuando me mire al espejo me pude ver que era yo pero cuando tenía 9 años más o menos. Que distraída había sido.
Me volvía acostar, que bonita me veía con ese vestido. Por primera vez en días pude dormir después de un sueño, normalmente no podía después de soñar con él.

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