24 de enero de 2010

Capitulo 1.- Inicio de clases... ¿Quién será el?

Capitulo 1
Inicio de clases... ¿Quién será el?

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde

Ese es mi primer recuerdo, me encontraron mis padres adoptivos en la ciudad de Aragón, la ciudad donde vivimos, ellos estaban pasando cuando me encontraron tirada en la calle, cuando solo tenía 10 años, no recordaba nada y sigo sin recordar nada del pasado, como no sabía ni mi nombre, me pusieron Carla, desde entonces oficialmente soy Carla Wood, mi madre adoptiva es Estela y mi padre adoptivo James, como yo los llamo comúnmente mama y papa.
Ellos fueron muy buenos al verme recogido en su casa, se enamoraron de mi en cuanto me vieron tirada, ellos no podían tener hijos, así que yo fui como un milagro caído del cielo, intentaron buscar a mi familia, pero no encontraron nada sobre mi o eso es lo que dicen.
Hasta ahora han pasado 6 años, desde que me encontraron tirada en la calle; en estos días, estudio en la preparatoria de Aragón, la única por cierto; es una escuela, grande y hay árboles por todos lados, parece como si estuviéramos en el cerro.
Hoy como siempre, se me hizo tarde, salte de cama a la ducha, me bañe rápido, casi nadamos humedeciendo el cabello, es que tengo el cabello chino, es un problema por las mañanas, es un cabello rebelde; me espese a peinar , pero como no veía que se arreglara, mejor me solté y me puse mus. Salí corriendo hacia mi armario, donde saque mi uniforme, que era una falda tableada color azul , la blusa blanca y un chaleco hecho de la misma tela que la falda; me los puse los puse de inmediato, agarre mi mochila, iba a salir por la puerta cuando la abrí.
— Hay hace mucho frio, uh – dije y volví a meter a mi cuarto, saque una chamarra y volvía salir corriendo.
Pero cuando iba a medio camino, me acorde de que era domingo, volví desilusionada otra vez a la casa, tire mis cosas por un lado y me acosté en la cama sin quitarme el uniforme.
Pase el domingo lamentándome, me había levantado temprano en domingo y lo que era peor me quede dormida con el uniforme y lo arrugue todo, lo voy a tener que planchar otra vez. Al día siguiente se repitió la misma historia.
— Hay como siempre, llegue tarde a la primera clase del semestre –dije mientras corría a mi primera clase, que desgraciadamente era laboratorio Química.
Cuando toque la puerta, la voz del maestro Antonio respondió:
— Adelante –dijo, enojado y entre –Como el anterior semestre, señorita Wood, llega otra vez tarde.
— Lo siento, me quede dormida –mencione, pero al parecer a todos mis compañeros se empezaron a reír.
— Ya siéntese señorita Wood y creo que al parecer, usted no tendrá compañero este semestre, por llegar tarde –dijo maliciosamente el maestro Antonio, con una sonrisa maléfica.
Esta decepciona, porque no tendría compañero, tendría que hacer todo yo sola, este va ser un semestre difícil- pensé.
Cuando acabo clase, Salí corriendo, no quería llegar a mi segunda clase tarde. Después de laboratorio tenia aritmética, que clase tan aburrida, pero después de esta estaba receso, treinta minutos para disfrutar, Salí muy aprisa, del salón, para encontrarme con mis amigas; me juntaba con unas chavas de otro salón, una de ellas se llamaba Sara, ella era de alta y muy delgada, aunque no era de mente muy abierta y la otra era Carol, ella chaparra, aunque era de mente muy abierta, que grupo tan distinto éramos, esa era mi broma personal.
Después de un rato de estar esperando sentada en frente de su salón, por fin vi a mis amigas salir.
— Hola, porque tardaron tanto –pregunte un poco desesperada.
— Ya sabes los maestros, siempre nos tocan los maestros que dejan hasta tarde -respondió Sara riéndose
— Sí que maestros tan malos, y ¿a ti como te ido? –pregunto Carol
— Pues les diré, llegue como siempre tarde –mencione, pero en eso me interrumpió Carol
— Pues ya somos dos, verdad Sara, -dijo Carol, pero en un susurro me dijo – No hagas caso, este semestre entro un chico nuevo en nuestra clase y no le dejaba de mirar y… -confeso, pero antes que pudiera decir algo mas, Sara le había dado un golpe en la cabeza.
— Ya cállate Carol, yo no lo estaba viendo –se defendiéndose Sara, algo ruborizada
— Bueno les decía, llegue tarde de nuevo –repetí y las dos se rieron entre dientes, continúe – Como llegue tarde, no saben lo que me hizo el maestro, me dejo sin compañero, ahora voy a tener que hacer, todo yo sola.
— Mm, no creo que tengas problemas tu eres inteligente, el semestre pasado, tú no te fuiste a ningún extra y nosotras si –aprecio Carol, muy triste –Yo voy a tener que repetir el extra, porque lo reprobé.
— Yo gracias a Dios, me lo pase con 8 y Carol tu no pasaste porque te pusiste a dibujar en lugar de resolverlo –Burlándome Sara, mientras Carol sabia que eso era verdad, que ni había estudiado y que también se puso a dibujar.
Después de esa platica tan interesante, como siempre caminamos por todo el patio, después nos tuvimos que separar a nuestras respectivas clases, yo tenía a la siguiente Física, una de las que menos me gustaban, nunca he entendido, nada de eso, pero sabía que tendría que cursarla aunque no la quisiera y para acabala de amolar eran dos horas.
Cuando acabo física, estaba cansada y aburrida, estuve cabeceando toda la clase, por ahí oí la risa de unos de mis compañeros; luego seguía Literatura, mi favorita, uno de mis pasatiempos favoritos era leer, me encantada leer como Orgullo y Prejuicio o la saga de Crepúsculo.
En la clase en estos días, estábamos estudiando, literatura clásica o algo así, era algo aburrido, pero en fin era un libro.
Esa era mi última clase, por fin libre, pero para mi desgracia Sara y Carol, ya se habían ido hace una hora, así que me tocaba irme solo, como odio irme sola.
Antes de que saliera de prepa, me encontré con una vieja amiga se llama Michel, ella siempre fue una buena amiga, pero como quedamos en grupos separados, nos distanciamos, hacia mucho que no hablamos, para nada, así que hoy me decide parar hablar con ella.
— Hola Michelle, ¿qué haciendo? –Salude acercándome a ella
— Pues esperando a Fay –contesto Michel, Fay era su novio desde hace unos tres meses- ¿Y tú que haciendo por aquí, ya saliste?
— Ya Salí –respondí, ya estaba a punto de quedarme a platicar, cuando del otro lado de nosotras apareció Fay.
Después de eso se despedido Michel de mi y se fue; dentro de mi quisiera tener un novio – pensé, que estoy pensando, mejor ya me voy a mi casa, porque ya estoy pensando puras estupideces.
Llegue a la casa, como a las dos, mi mama estaba preparando la comida, así que fui directo hacia la cocina.
— Hola mon –Salude a mi madre
— hola hija, ¿cómo te fue? –pregunto con curiosidad
— Pues más o menos –respondí esperando que no se diera cuenta de mi preocupación ante la pregunta.
— ¿Cómo que más o menos, que sucedió? -pregunto preocupada.
— Pues, pues, llegue tarde como siempre, tú ya sabes –comencé, pero mama me miro con cara de ya no es novedad que se me haga tarde- Y llegue tarde a mi primera clase, así que me quede sin compañero, así que tendré que trabajar sola.
— Bueno, para que aprendas a llegar temprano –burlándose, no sé porque les causaba tanta gracia, a mi no, trabajar sola, pobre de mí.
Después de las risas de mama, me subí a mi cuarto, mi cuarto era rosa, para mi desgracia, desde que me adoptaron, no habían pintado, yo quería que fuera morado, pero hasta ahora no se podido pintar, mi cuarto no era gran cosa, tenía mi cama, un tocador, un escritorio, mi armario y creo que nada mas, aunque era pequeño, me gustaba, era encantador.
Me tire en la cama, pero antes me cambie de ropa y me puse a pensar; que me espera este semestre, espero que no muy difícil, todo mundo piensa que soy inteligente porque no reprobé ninguna, pero fue porque trabajo demasiado, no es que sepa mucha, solo trabajo demasiado; mis grandes preocupaciones para entonces eran que nos hicieran muchos exámenes, que nos aprendiéramos muchas cosas, mejor le paró ahí, ya no quiero pensar en eso.
Después de hora, llego papa y nos sentamos a comer, después subí a mi cuarto, me puse a leer uno de mis libros favoritos, ya eran las nueve, cuando acabe el libro, mire el reloj, o no ya son las nueve, corrí hacia mi mochila y hacer tarea.
Esto no era novedad, siempre me acuerdo de hacer la tarea hasta la última hora, me dormí hasta las 12:00 para acabar la tarea.
A la mañana siguiente por una vez en mi vida llegue temprano, tuve unas largas horas hasta receso, espere donde siempre a mis amigas, pero no aparecían, espere un rato mas, pero ni aparecían, así que fui a buscarlas al salón, donde las encontré, Sara estaba sentada junto un chico, que por cierto estaba guapo y con facciones un poco conocidas, Carol sentada en un butaca aburrida, en cuanto me vio salió rápido y solo dijo.
— Ahorita regresamos Sara –mientras salíamos de salón –Vámonos Carla
— ¿Qué pasa porque Sara esta con ese chavo? –pregunte con curiosidad entrometida.
— Es el chico del que te comente, se llama Ángel, le pidió ayuda a Sara –Dijo Carol, entre risas – Sara no se ha querido ir almorzar, por estar con él, ya me había desesperado, pensaba que nunca te ibas a parecer Carla.
— Bueno déjemelas, que sea feliz por hoy, no –acepte
Todo el receso, no la pasamos nosotras dos, Sara no se apareció, espero se haya pasado bien, porque no creo que a Carol le cause mucha gracia.
Toda la semana fue igual, cada receso se quedaba Sara se quedaba con Ángel, pero siempre que iba a buscar a Carol, el se me quedaba viendo, eso no es bueno, no quiero comprometer mi amistad, por el.

No hay comentarios: