30 de junio de 2010

Capitulo 16.- Motivos y Decisiones

Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta que has perdonado
Autor desconocido


Joel POV
— No seguiré mas con este juego
— Por tu propio bien deberías –Me dijo con palabras crudas.
— No me importa lo que me pase a mí, pero lo no dejare que le hagan daño a Carla.
— Te has enamorado de ella –Soltó entre carcajadas –Tu propósito no era ese.
— Si Madre me he enamorado de ella –No le sorprendió –Para qué negarlo.
— Crees que ella te va querer después de que se entere de que estuvo todo planeado, enamorarla era parte de ello –Me hecho en cara –Que tú te enamoradas de ella no debía pasar ¿Crees que ella te va creer?
No podía estar mucho más tiempo cerca de mi Madre, aunque tuviéramos la misma sangre corriendo por mi venas no parecíamos en nada.
Aun me preguntaba Carla me amaría después de que se enterada de todo. Llegue con el propósito de vengarme de Ángel, ella al principio fue solo juguete que quería quitarle del camino a Ángel. Me mude con solo ese solo propósito en mi mente, pero esto no empezó así.
Recuerdo que aquella noche hace 6 años debieron llegar la madre de Carla y ella a nuestra casa en la capital; pero nunca llegaron esa noche, ni la siguiente. Porque a la mañana siguiente se dio la noticia de que casi toda la familia estaba supuestamente muerta.
Después de aquellas muertes se decidió que Ángel viera con nosotros, al principio se comportaba muy raro y extraño Ángel pero lo tome como normal después de tantas perdidas en tampoco tiempo.
Con el pasar de un año lo empecé a considerar como un amigo y hermano. Paso otro año, llegaron las fiestas de navidad y Ángel tenía que visitar a su abuela en la Aragón.
Cuando regreso ya no fue el mismo, a su retorno vino con la intensión de que fuéramos a vivir con haya. El se quería quedarse a vivir en la Aragón, pero eso fue anuncio de los problemas que empezaran a tener mis padres por culpa del. Mi padre apoyaba Ángel hasta más que mí en ese asunto, no le importo que mi madre y yo tuviéramos que dejar nuestras vidas. Ya las teníamos hechas aquí y empezar de nuevo era para nosotros algo insoportable.
Los meses siguientes empezó el divorcio de mis padres por ese estúpido y su deseo de venirse a vivir a la Aragón.Lo odie a partir de ese momento y con mi madre supongo que no ayudaba influensandome odio contra el.
Cuando mi Madre me propuso venir unos meses con mi padre me encanto la idea, podría vengarme de aquel. Le conté a mi madre sobre mis planes y le parecieron perfectos. Hasta me felicito, pero después me conto parte de la verdad que pase aquella noche trágica hace 6 años y me hizo enfurecer.
Llevaba desde divorcio de mis padres que no veía mi padre y sin en el mínimo interés de su parte por verme creció no solo mi odio por Ángel, sino que también por mi padre que lo prefería a él. Posteriormente de mi llegada a la casa mis peleas con Ángel no cesaban y mi frial hacia mi padre igual.
Mi madre cada semana venia a verme en secreto y cuando le conté de la hermana aparecida y de Carla; yo pensaba que nada mas era el juguete de Ángel en ese momento. Me sugirió que la enamorada y así Ángel le fastidiaría el asunto.
Todo empezó como un juego, una venganza. Cada día iba conociendo a Carla y me parecía una de las niña más dulce; realmente no supe cuanto la quise hasta que se apoderaron los celos de mí. Verla con Ángel me enfurecía y mas con la posibilidad de que fuera solo un juguete para él.
Mis celos por poco llegan a ser fuente de la perdida de Carla o si quien sabe a la mejor ya es caso perdido. Qué tal si ya no me quiere después de tan mal que la trate y ahora que me acuerdo tengo que cancelar la cita con Mónica.
Carla POV
— ¿Qué tal tu tobillo? –Pregunto Ángel.
— Solo me duele pero mañana estará bien
Me ayudo a llegar a mi habitación, en todo el camino no nos tropezamos con Joel. Aunque a la mejor estaba con si preciosa Mónica; todavía faltaba media hora para la hora de comer.
Me acosté en pequeño sillón que había cerca de la ventana, desde ahí podría ver cuando llegara Joel. Agarre mi “Oso Joel”; antes de irme de mi otra casa no podía irme sin él.
Cerré los ojos y me imagine que Joel pudiera estar a mi lado en estos momentos.
Joel POV
Tenía claro lo que iba hacer, ya no me importaba Rogelio y sus asunto, mucho menos mi madre, haría lo que quisiera y eso era estar cerca de Carla. Fui directo a la cocina esperando encontrarme con Ella en la cocina otra de sus pasiones de Carla, el cocinar de fascinaba.
— Hola Rosita –estaba decepcionado por no encontrarla ahí. Rosita empezaba a servir la comida.
— Hola Joel –Se volteo a verme – ¿Qué tal tu día?
— Cansado, pero creo que mejora -Resumí.
— Hazme un favor Joel –Era raro que Rosita pidiera favores.
— El que quieras Rosita.
— Podrás subirle la comida a Carla –Me encantaba la idea, aunque me hacia preguntarme porque ella no bajaba –Es que se lastimo el tobillo el tobillo –Me explico, pareciera que leyera mi mente.
Me guiño el ojo y me dio una bandeja con sopa y una milanesa. Hasta ahora no había conocido la habitación de Carla antes de que supiera que era para ella para nada me interesaba conocerla.
Al entrar pude ver la perfecta habitación para ella, color rosa su favorito. Pero eso no fue lo único que vi, estaba recostada en un sillón cerca de la ventana que daba hacia a la ventana; no me sorprendía que se hubiera quedado dormida ahí.
Entre sus brazos tenía el oso que le regale en nuestra primera y única cita. Después de lo que hice pensé que lo había tirado. Parecía algo torcida en ese pequeño sillón, la cargue hasta la cama teniendo cuidado de que no se despertara. Busque en su closet alguna cobija y la arrope.
Sin poder resistirme acariciar su mejilla, me senté aun lado de ella y empecé a susurrarle uno de mis poemas favoritos.
Perdóname mi amor, si te engañe
Si te mentí.
Perdóname si no supe cómo hacerte
Reír, si no supe amarte
Como lo hiciste a mí. Perdóname
Yo no supe valorar, tu corazón
Y lo deje tan solo que no vi
Cuanto sufrías por mí.
Y ahora que no estás entiendo bien
La soledad que sentiste conmigo
Y que feo se siente. Ahora lo entiendo
Perdóname mi corazón.
Yo sé que no será fácil de hacerte
Volver adonde mi, fueron tantas
Las promesas rotas incumplidas
Por mí. Que entiendo si no me
Vuelves a creer.
Pero ya no te digo más ahora te
Demostrare que te amo mi vida
Te lo voy a demostrar, pues ya
No puedo vivir sin ti.

— Joel –Abrió los ojos de de repente Carla.

10 de mayo de 2010

Capitulo 15.- La verdad

Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.
George Sand
— Vamos es hora de ir casa Carla.
— Tengo que alcanzar a Sara, necesito decirle la verdad.
— No Laila tenemos que llegar pronto a la casa.
— Te lo tomas tan tranquilo, mis amigas me odian creen que salgo contigo –Lo avente lejos de mi. Me agarre de la pared.
— Que importan tus amigas tenemos que irnos.
— Eres un idiota que no puedes ver cómo me siento.
— Tenemos que irnos...
— Que no ves que a Sara le gustas
— A mí no importa Sara –fue como un balde de agua fría me callera encima.
— Hombres... tiene cerebro chorlito –Me intento ayudar a caminar –Estoy bien
— Intenta Caminar –Me reto.
En este momento no estaba para sus juegos, camine como pude hasta el auto; no le hable en todo el camino Ángel por más que me preguntaba si me dolía, que si me llevaba al hospital.
Estaba a un paso de ahorcar a Ángel, esta vez no se salvaría de decirme la verdad. Había perdido a mis mejores amigas por las mentiras que había tenido que decir a causa del. Desde el principio no entendía su motivación para no decir la verdad. Que tenia de malo decir que somos hermanos.
Al entrar a la casa no me aguante más.
— ¿Por qué no puedo decir que eres mi hermano? –Casi susurros –Sabes lo que hiciste hace rato -Nada mas mire y no dijo nada –Te odio Ángel... odio que hayas entrado en mi vida... odio que ayudaste a arruinar todo con Joel... Te odio con todo mi corazón.
No me pude contener no llorar ya, todo el camino desde lo sucedido me las había tragado. Sin embargo me dejo hablando sola en corredor y subió las escaleras.
Cada escalón me preguntaba qué era lo que más me dolía el tobillo o que mis amigas crean que las traicione. Cuando casi iba llegar Ángel regreso y al verme en este estado me ayudo a subir.
— Tenemos que hablar –solo asentí.
Pensé que iríamos a mi cuarto, pero vi que iba por lado contrario o eso crea. Al final de corredor había una puerta, Ángel saco una llave y abrió.
— Esta es la habitación de nuestros padres –Anuncio.
Era color azul cielo, se parecía mucho a mi habitación solo que distinto color; todo parecía tan limpio para una habitación que parecía haber estado cerrada por años. Me acerque a la cama, pero desde ahí pude una fotografía en un mueble a lado de la cama. Ángel vio que veía y me la trajo donde estaba.
— Es una foto de nosotros cuando éramos más pequeños –Toque la foto –Te diré todo, debí decírtelo desde el principio pero no pude.
— Por favor
— Yo no soy la persona correcta para contarte de esto –Alguien toco la puerta en ese momento –Pasa Robert
— Hola Carla –Saludo.
— Robert te sabrá decir mejor
— Bueno por dónde empezar –se quedo pensativo – Primero te hablare un poco de tus padre. Deben saber que su padre al ser el único hijo de sus abuelos, estaba destinado a ser heredero de toda la corporación pero su gran deseo era ser policía.
Yo lo conocí cuando estábamos en los entrenamientos, nosotros dos aun viniendo de familias poderosas no queríamos saber nada de ellas y eso fue lo que unió.
Con el descontento de sus abuelos el se graduó en la academia de policía, siempre destaco en las practicas y al terminar no dudaron en ofrecerle un puesto pero como policía encubierto. Los policías encubiertos son de los que más peligros corren al estar al punto de la navaja cada vez que tienen pasar encubiertos. Después de unos meses trabajar en un caso del lavado de dinero y drogas estaba a punto de atrapar al responsable, se llama Rogelio el sospecho principal. Ese día tenía que ir a una fiesta de Rogelio y buscar pruebas, pero al subir escucho unos gritos de una mujer y no dudo ayudarla.
Rogelio la intentaba violar cuando lo detuvo descubriéndose al mismo su identidad, pero gracias haber salvado a la chica pudieron registrar la casa.
Bueno en esos tiempos el tenia que asistir a todos las fiestas que se celebraba la buela fue la sorpresa para él. Que la misma mujer que él había salvado era su madre. Sofía era de la familia Sandoval, llevaba desaparecida varios días. Digamos que entre ellos fue amor primera vista. Desde el momento que la vio dejo todo la policía, y regreso a la empresa para poder casarse con ella como Dios manda.
— Sin ofender, pero sigo sin entender los motivos por los cuales no puedo decir que eres mi hermano.
— Le dijiste que no podía –Le pregunto a Robert a Ángel
— Si –me había prohibido decirle –Pero hay más cosas que no sabes. Gracias por contarle esa parte es que no sabía cómo narrarle esa parte.
Robert se despidió y nos dejo solos en cuarto de nuestros padres.
— Bueno que falta por saber –Me tenía intrigada.
— Después de eso por lo que nacimos al año, por cierto nuestro cumpleaños es unas semanas es el 15 de febrero.
— No creo estar para fiestas –Lo fulmine con la mirada–Mejor continua.
— Ya voy –Se sentó a mi lado –Lo que nosotros no sabíamos es que te acuerdas de Rogelio el que atrapo papa –Asintió –Lo que nadie vi venir es que el juro vengarse de nuestro papa. Entonces justo unos días antes de nuestro cumpleaños apareció una amenaza en nuestra puerta, una foto de todos, la placa de papa y una nota –Ángel saco una nota de su bolsillo y me la dio.
Te metiste con quien no debías Ángel Vidaldi, tú me arrebataste la liberta pero y a la persona que mas ame. Yo te matare a todos los que quieres
Esta apenas legible la letra de tanto maltrato a la hoja.
— ¿Qué paso después? –Pregunte.
— Toda la familia estaba preocupada por nuestra seguridad así que nos separaron a ti y mama las llevaron a una casa de seguridad en la capital y nosotros nos quedamos en otro lado. Papa se puso a investigar sobre la nota no entendí la persona que más amo, hasta que en un informe que le envió un amigo resulta que nuestra mama fue la prometida Rogelio afueras y al rescatarla Papa de sus manos. Mi papa se fue a buscarlas a ustedes dos. Pero cuando las traía de regreso sucedió todo –no continuo.
— Vamos Hermanito –Le abrase.
— Los mato a los dos... y supuestamente a ti... no sabes cómo me sentí... solo tenía 10 años y de un día para otro había perdido a mi padres y a mi hermana...
Debió ser muy difícil para Ángel, yo si quiera no recordaba nada nunca supe lo que había perdido y como lo había perdido. Tantos años creyendo que yo no vivía que había muerto en mismo accidente que nuestros padres habían perdido la vida.
— Después Robert se hizo cargo de mí, pero nunca deje de creer de que tú seguías con vida.
— Como supiste de estaba viva.
— Bueno después de todo lo que paso me mude de ciudad, pero para una navidad regrese a ver a la abuela. Pero al pasar cerca de donde antes vivías te reconocí, hice que averiguaran todo sobre la familia Wood, pero cuanto te ve tan feliz viviendo con ellos no me atreví a separarte de ellos. Me contacte con ellos para que ellos supieran de mi existencia y sabia como estabas. Pero te deje con ellos porque con ellos tendrías una familia normal. Cuando paso teníamos 14 años, me volví a mudar de regreso para la ciudad siempre te cuide de lejos.
— Gracias Hermanito –Lo abrace mas fuerte –Pero que te hizo volver.
— Jure que nunca me iba meter de nuevo en tu vida, pero hace semanas se enteraron de tu existencia Rogelio y mando de nuevo la amenaza, no podía dejar que te pasara algo. Te traje a un lugar donde podría cuidar de ti...
Entendí todo, no le había tomado demasiada a esa vez que me habían intentado secuestrar por primera vez, ese fue la alerta para que mi hermano apareciera de nuevo en mi vida. Me sentía terrible le había dicho que lo odiaba después de todo lo que ha hecho por mi, me iba dejar con otra familia a que fuera feliz y tuviera una familia a costa de su felicidad.
— Gracias hermanito.... Perdón por lo que dije hace... como podría odiar a este hermano tan bueno... me diste unos años con la familia Wood me hubiera encantado a verlo pasado contigo...y que no sufrieras.... ya no estás solo hermano...

Joel POV
Había visto toda la escena desde atrás, ellas pensaba ron lo que una vez pensé yo. Carla estaba furiosa con Ángel tenía la cara roja, pero al ver sus ojos podías ver que de un momento a otro iba a llorar. No deje que vieran y mejor me fui. Hoy tenía que reunirme con mi madre otra vez quería esta vez.
— Llegas tarde –sonó frio como es normal.
Esta vez no habíamos quedado en un lugar muy público, había quedado ir cerca de la Laguna. Cuando no había nadie que la viera, ya no actuaba como la madre cariñosa.
— Salí tarde de la escuela
— Bueno hablemos de lo importante.
— No lo hare, no dañare a Laila
— Rogelio no estará muy contento querido

3 de mayo de 2010

Capitulo 14.- Algunas Respuestas

El ser humano no vive sólo de pan. Necesitamos amor y cuidados, y encontrar una respuesta a quiénes somos y por qué vivimos.
Jostein Gaarder

Carla POV
Ángel me estaba poniendo las cosas de lo más interesante, a ver si sobrevive hasta navidad como va; aun ya empecé a cargas la escopeta para la cacería de hermanos. Me imagine la escopeta. A la hora de bajarnos del coche me fije si no había nadie conocido en los alrededores. Casi me tropiezo al salir del auto; mientras tanto Ángel no cavia la risa en él y ni siquiera disimulaba. Me separe de el, ni siquiera voltee a ver si me seguía no creo que se perdiera en la escuela.
Al entrar lo primero que hice fue mirar al lugar vacio de Joel ¿Vendría a la escuela? Me pregunte. Casi antes de que diera el toque entro, justo a tiempo. Por primera vez en semanas no me pareció largas la horas de clase, cuando dieron el toque del receso ¿Tan pronto paso la clase? Que ni si quiera me había preocupado porque no había desayunado.
Tenía la mente ocupada en tantas cosa que estaba perdiendo la noción del tiempo. Al salir me encontré con Sara, Carol y para mi desgracia Ángel.
— Bueno chicas yo invito –Proclamo Ángel.
Sara casi se ponía a saltar de la emoción que su amado Ángel invitara el desayuno. Mi pansa me grujió, no había comida nada porque había huido de Ángel antes de que me pudiera comprar algo de almorzar. Quiere hermana, pues ahora la alimenta. Casi no podía con todo lo que llevaba en las manos. Ángel se me quedo viendo y Carol me siguió el paso llevando hasta más que yo.
Al terminar el receso me despedí de ellos, pero antes de llegar al salón me encontré con Ángel en la entrada del salón.
— Tenemos que hablar –Me dijo en susurro.
— ¿Qué tenemos que hablar? –Pregunte haciendo me la ignorante.
— Bueno como le vamos a hacer la salida.
— Qué bueno que te acordaste –Buen punto como nos iríamos – Tendrás que llevarnos a todas.
— QUE –se exalto.
— Calmado, entonces me iré caminando y te veo en la casa de mis padres.
— A poco sabes llegar.
— Claro pues he vivido en casa años.
— A esa casa no tonta.
— ¿Pues a cual creías que iba?
— Está bien las llevare a todas.
Se fue justo cuando dieron el toque, apenas alcance a entrar y no estaba Joel. Termino la hora y a la siguiente no entro Joel. ¿Dónde podía estar?
Joel POV
Fue fácil escaparse de la escuela, con esta escuela tan desalineada como no. Llegue al café donde habíamos quedado. Esta visita no era nada buena, me temía lo peor. Dijo que me dejaría todo en mi manos.
— Joel –Grito mi madre parándose de la silla.
— Hola Mama –Me abrazo, hace cuanto que no la vea.
— Ay, hijo cuanto te extrañe –Chillo.
— Yo también
Nos sentamos, mi mama ya había pedido algo; pero llamo de nuevo al mesero y me trajo un café. Mi mama venia igual que siempre, muy formal diría. Nunca usaba muchas cosas ella naturalmente era una belleza, aun que mi padre no era nada feo, me parecía más a mi mama.
— Mi padre sabe que estas aquí –pregunte.
Mas al rato tendría que dar explicaciones en caso de que no supiera.
— No y no debe saberlo –Esto no era buen presagio –Por ahora solo vine a ver cómo iba todo –Ya me temía a que venía.
— Todo va viento en popa, llego la dicho Laila a la casa
— Bueno vamos por buen camino
— Sabes que es lo que tienes que hacer –Asentí.
Carla POV
A la hora de salida me preocupa porque Joel no llego. A las puertas de B me pasaba de un lado para otro, hasta que salieron de clase. Como dijo Ángel nos llevo a nuestras respectivas casas o eso lo que dijo ya que los dos vivíamos en la misma. Hasta ahora nuestras mentiras se sostenían.
— Ya me dirás porque Joel vive con nosotros –Solté, ya Ángel no planeaba decir nada. No dijo nada –O qué tal si empezamos de porque he estado perdida tantos años.
— Bueno Joel –Aja con que no quería hablar sobre nuestro padres –Vive con nosotros porque es hijo de Robert.
— Queeee... es nuestro primo –Saque conclusiones, me lie con mi primo.
— No –Se empezó a reír – Sacas conclusiones erróneas –Me aclaro y respire tranquila –Robert es un buen amigo de la familia, se le considera así porque conoce a nuestros padres desde que eran niños, nuestro padres y el eran buenos amigos.
— Entonces... –Lo interrumpí.
— Pues como era menor de edad y sigo siéndolo se hizo cargo de mi y se supondría que también de ti también
— Y la mama de Joel.
Algo de lo que nunca hable con Joel cuando me hablaba era sobre sus padres, siempre sacaba sobre otros temas, se ponía nervioso. Así que deje de preguntarle, pensando que algún día se abriría ante mi pero ahora ni me habla.
— Se divorciaron hace años.
Debió ser terrible para Joel el divorcio, quería preguntar hace cuantos años que se había divorciados pero creo que sería una indiscreción. Ángel ya no me conto mas sobre Joel o sobre nuestros padres.
Al llegar a la casa se largo para su cuarto dejándome en la sala, pensé en ir a mi cuarto pero prefería no perderme hasta la hora de la comida. Como pude llegue a la cocina, ahí se encontraba una señora que al ver entrar me sonrió.
— Tú debes ser Laila –dijo.
— Dígame Carla, por favor.
— Si claro, si en cambio tu me llamas Rosita –Creo que me va caer bien
— Bueno –Observe que está cociendo unos espaguetis – ¿Qué haces?
— Bueno hoy comeremos Espagueti
— Puedo ayudar –Pregunte.
— Claro.
Me pase un buen rato en la cocina, no le molestaba cocinar era uno de mis pasatiempos favoritos. Dos horas después ya estaba la comida hecha y lista para servir. Llámale a tu hermano me dijo Rosita. Le grite por su nombre y al bajar me dijo que no lo llamaba hermano y aleje ignorándolo.
La comida se me hacia algo formal con cubiertos de mas, servilletas de tela y cosas por el estilo. Llego justo a tiempo Robert para comer, pusieron otro juego de cubiertos; estaba engullendo un pedazo de carne cuando Robert pregunto por Joel.
— ¿No vieron a Joel? –Se me atoro el pedazo de carne.
— Yo ni si quiera voy en su clase y no lo cuido –Respondió Ángel.
— que no mencione, que no me menciones –Me repetía a mi misma.
— Pero a la mejor Laila sabe, al fin van juntos –me costó algo pasarme el bocado.
— Pues lo perdí de vista cuando salimos de la última clase, es que fui a esperar a Ángel y a mis amigas –Parte mentira, parte verdad.
Pasado la comida se llevo silenciosa, me dio cosa pedirle ayuda Ángel para llegar a mi habitación hacia que después de una hora de perderme por la infinidad de la casa llegue a mi habitación, a este paso tendría que poner migajas de pan salir y regresar de aquí.
La tarde se paso rápido, termine la tarea, leí uno de mis libros favoritos “Orgullo y prejuicio”, este ejemplar ya estaba a punto deshacer de tantas veces que lo había leído. Me bañe y hasta se me seco el pelo y no había señales de Joel en la casa, baje en pants a la sala.
A la hora de merendar otra vez Joel no estaba con nosotros, hasta le pregunte a Rosita que si estaba en su habitación Joel, pero me dijo que ni siquiera había llegado. Por suerte baje con mi libro y me acosté en el sillón a leer. Después de tanto leer me quede dormida con el libro abierto. Me despertó cuando abrieron la puerta, vi el reloj y eran más de la media noche. Mis ojos poco a poco se fueron a acostumbrar a la oscuridad cuando Joel intentaba entrar a hurtadillas a la casa.
— ¿Por qué tan tarde? –Pregunte desde el sillón.
— Nada que a ti te importe –Me respondí.
— Te fuiste de clases
— Si y que ya me acusaste –me hirió que digiera eso.
— No... no he dicho nada –Le respondí ofendida
Se fue sin decirme más, lo seguí a ver volvía a encontrar de nuevo mi habitación este día.

20 de abril de 2010

Capitulo 13.- Mas Sorpresas

Joel POV
— Bi...bi...
Como todas las mañanas el despertador sonó a la misma hora, de un sopetón lo de apague. Después de levantarme me asome por la puerta no había nadie; que novedad que los pasillos estuvieran vacios a estas horas. Salí de habitación y me fui directo hasta la cocina, donde siempre estaba Rosita preparando algo de desayunar. Al parecer hoy iba hacer huevos a la mexicana. Rosita era una señora ya algo mayor, que había estado en la casa desde antes creo que yo de que naciera o por lo menos fue lo que me dijo que padre sobre ella, pero preparaba una comida deliciosa.
— Buenos días Rosita –Salude algo adormilado.
— Buenos días Joel –Se volteo a verme -¿Qué desayunaras hoy?
— Solo Cereal, no te preocupes yo me lo preparo
— No te quieres encontrar con la nueva señorita –Me pregunto – ¿7Verdad?
— Estas en lo correcto Rosita.
Rosita ya me conocía de memoria, yo hasta hace poco no estaba acostumbrado a esta vida, cuando viví con mi madre siempre era vivir al día, ella se la pasaba trabajando todo día, muy a pesar de que mi padre le enviaba dinero hasta la capital. Siempre me dijo que eso era para que no tuviéramos que depender de mi padre.
Me serví mi tazón de cereal y me fui para mi habitación no quería encontrarme con el niño mimado de Ángel. Desde la escalera podía escuchar unos gritos, me acerque a ver quien estaba matando hoy. Me sorprendió ver a los hermanos tan cariñosos tan temprano, no alcanzaba a ver el rostro de la hermana de Ángel. Me les quede viendo, no sabía ni quiera el nombre, Ángel y mi padre lo había guardo en secreto; pero como si me interesa saber de la melliza de ese. Aparte a mi nada me dijeron que ayer en la noche llegaría por eso me había desaparecido todo el día de la casa.
Ángel la cargo en el aire reconoci los rizos en cualquier lado y cuando la bajo y me veía a los ojos no pude dudar. ¿Qué hacia Carla aquí? Carla era la hermana de Ángel. Solté el tazón dejando derramar el cereal por todos lados.
— Carla...-Susurre.
¿Porque tenia que ser ella? ¿Por qué entre todas la mujeres del mundo tenía que ser ella la hermana del?
Mis celos ya no tenían lugar, estuve celoso de su hermano... de su hermano. Pero yo que iba saber, yo pensé que Ángel estaba otra vez de conquistador por eso me mataba que se interesara en Carla y mas por la quería... la amo.
— Laila –Me corrigió Ángel, que buen oído tiene.
— Joel –Dijo levantándose del suelo - ¿Qué haces aquí?
— Que no te ha explicado nada este que está tu lado.
— Este tiene su nombre –Rezongo Ángel, Carla lo veía enfurecida.
— ¿Qué no me has dicho? –Pregunto.
— Este... este -Tartamudeo –Que este vive aquí....
— ¡¡¡QUE!!! –Le grito.
Carla siguió discutiendo con Ángel, me le quede mirando llevaba un pequeño camisón gris claro con un búho en el centro. Le quedaba muy bien... Me quede embobado viéndola cuando Ángel se dio cuenta.
— ¿Qué le ves a mi Hermana? –Tarde un poco en comprender.
— Nada... –Carla se sonrojo.
— Sé donde Duermes Joel.... –Me amenazo.
— No tengo miedo Niño de Ma.... –Creo que me pase. Mejor empiezo a correr.
Carla POV
— Hora si te doy -dijo Ángel saliendo tras de él.
No se había medido con sus palabras Joel, esas palabras me llegaron hasta mí. Corrí tras Ángel que corría tras Joel. Iba descalza a ver si no me mataba de un resbalón. Cuando por fin pararon de correr fue hasta que llegaron al jardín se estaban intentando aventar a la... Alberca. Como es que no la vi a noche y me pregunto porque no me sorprende que haya una.
— Paren de pelear -Me puse entre ellos dos.
— No hasta que este me las pague –Dijo Ángel.
— Pues a ver si me alcanzas niño mimado –Le respondió Joel.
Todo paso tan rápido que ni lo vi venir Joel, Ángel le iba a dar un golpe a Joel pero cuando lo quite del camino, para quitarlo me caí a la alberca. Ay Dios no sé nadar, intente salir como pude pero me hundía cada vez más, estaba a punto de perder la conciencia. Cuando unos brazos me sacaron.
— Carla -me llamo Joel –Mi Ángel despierta... mi
Me llamo como el día en que salimos, nuestra primera cita y hasta ahora la ultima. Su que... que pudo decir...
— Laila despierta –Me llamo mi hermano –Quítate tu de aquí...
— TU fuiste quien lanzo el golpe –Le regaño Joel.
— Pero ella a quien protegió...
— Dejen de pelear –les dije escupiendo agua.
— Laila que susto me diste
Me intente levantar pero enseguida me sentí mareada.
Joel POV
Ángel me correteaba por toda casa, esto era tan infantil pero mira quién habla. Llegamos hasta la alberca.
— Ya párale Ángel –Le dije respiraron un poco.
— Que ya me tienes miedo gallinita Joel –le hico con los brazos como una gallina y cacareo.
— Tener miedo –Le rete –Uh si...
— Ya verás.... –Me estaba a punto de aventar a la pisana cuando Carla apareció.
— Paren de pelear -Nos suplico.
— No hasta que este me las pague –Le respondí su hermano
— Pues a ver si me alcanzas niño mimado –Le rete de nuevo.
Ángel me lanzo un golpe, pero Carla me aventó para un lado, sin embargo ella se cayó al agua.
— Imbécil –Le grite –Ella no sabe nadar...
— ¡¡¡QUE!!!
Lo avente para un lado y me lance por Carla al agua, siendo su hermana y no sabía eso de ella. La saque en poco tiempo y la puse a un lado de la alberca. Mi desesperación porque despertaba.
— Carla -la llame –Mi Ángel despierta... mi –Estuve a punto decirle mi amor....
La última vez que la llave así fue en nuestra primera salida, espante esos recuerdos de mi mente.
— Laila despierta –Me alejo de ella–Quítate tu de aquí...
— TÚ fuiste quien lanzo el golpe –Le dije.
— Pero ella a quien protegió... –uh golpe bajo, ella se puso en peligro por mí.
— Dejen de pelear –dijo Carla escupiendo agua.
— Laila que susto me diste –todavía le dice Ángel.
Como siempre le gusta hacer la fuerte se intento pararse, pero le fallaron las fuerzas y por poco se cae. Su hermano la tomo de la cintura y se la llevo. Me senté en una silla a pensar que iba a ser ahora.
Carla ya no podía ocupar mi corazón, desde que se convirtió en la hermana de él. Tendría que sacarla como fuera, aunque eso me partiera el alma.
Carla POV
— Estoy bien –le jure –No me pasa nada.
— Bueno cámbiate, ya desayunaras en la escuela.
Ángel me había acompañado hasta mi habitación en vista de que yo no sabía donde quedaba aun. Estuvo a punto de llamar un doctor, tuve que jurarle que no me dolía nada, pero si nada más que caí a la piscina, no es que me diera un paro cardiaco o algo así. Me apresure a entrar y ponerme algo para ir a la escuela. Necesitaba buscar dentro de mi armario a ver si como decían se les había ocurrido comprar un uniforme, con temor abrí el armario, pero al abrirlo me encontré con la sorpresa, era enorme. De un lado y de la otra ropa por doquier, supieron mi punto débil. La ropa era hermosa. No me costó mucho encontrar mi uniforme, lo habían colgado en pres chero a lado del espejo, siempre había querido un espejo de pies a cabeza. Y no soy vanidosa.
Me cambie rápido y me deje el pelo suelto. A ver si no me resfrió después de vallo de hoy tan temprano. Busque entre mis maletas mi mochila de la escuela.
— Carla apúrate –Grito Ángel desde la escalera –Vamos a llegar tarde.
— Voy –Grite.
No podía encontrar la lapicera, no la abre dejado en la otra casa.
— Carla no me hagas subir por ti –Me amenazo.
— No encuentro mi lapicera
— Haya te compro algo para que escribas
Tan fácil como eso, el dinero no crecía en los arboles. El desesperado me jalo hasta el auto, tenia ganas de preguntarle por Joel, aun no entendía los motivos por lo que estaba en esta casa y mucho menos porque no se venía con nosotros. Ángel no había hablado en todo el camino desde que salimos. Nos bajamos en una papelería y me compro solo necesario. Me pregunto cómo tomaran la noticia Carol y Sara.
— Deja que les diga a Sara y Carol que eres mi hermano
— No les puedes decir que soy tu hermano
— ¿Porque no? –Pregunte.
— No les puedes decir nada
— Pero porque...
— Porque yo lo digo....
— A bueno, pero tendré que venirme con alguien más –Al parecer no entendía mi punto –Yo no voy a dejar que nos vean juntos, se puede pensar mal –Se empezó a reír sin control.
— Bueno mejor así los chicos no te molestaran
— Pero.... no podemos
— Porque no se en que tus amigas les afecte.
No le podía explicar los motivos por el cual no podíamos fingir que andábamos, porque sería echar de cabeza a Sara. Creo que esto se estaba poniendo cada vez mejor.

15 de marzo de 2010

Capitulo 12.- Sorpresa

Como lo dice el Capitulo a Carla o mejor dicho Laila le esperan demasiadas cosas nuevas, pero al final la sorpresa mas grande.

Capitulo 12
Sorpresa
El escritor es un hombre sorprendido. El amor es motivo de sorpresa y el humor, un pararrayos vital.
Alfredo Bryce Echenique

Algo que siempre me gustaba era silencio, pero este tipo de silencio cuando no sabes que te depara, me desesperaba. En la parte delantera estaba Robert junto con el chofer, yo pensaba que en estos tiempos se usaran los choferes y para mi desagrado Ángel y yo en la parte de atrás. Pasaron unos 20 minutos de silencio muy lentos atravesando la ciudad y solo veía pasar de un barrio a otro ¿Me preguntaba cual era nuestro destino? A pocos vivismos fuera de ciudad; pero el último en que entramos era uno muy elegante, casa tras casa se veía cada vez más elegante cuando por fin se detuvieron, y ahí estaba mi nueva casa.
Se abrieron unas puertas de hierro forjado finamente decorado con complicados díselos que nos dieron la bienvenida. A un camino algo largo para llegar a la casa.
Su casa desde afuera o mejor dicho mi casa era enorme. La palabra enorme se quedaba corta esto era realmente una mansión, solo entrando podía ver que tenía un balcón que me recordaba mucho al de una novela que había leído hace mucho tiempo. Después de quitar mi mirada del balcón observe que tenia ventanales por todos lados, me preguntaba que ten iluminado estaría por las mañanas.
Un gran jardín nos recibía, que podría ser el sueño de unos niños inquietos, hasta me podía imaginar los juguetes tirados por todos lados.
El coche lo dejaron por un lado del camino del pavimento con cuidado de no maltratar el pasto tan bien cuidado.
Nos bajamos en silencia. La puerta de la entrada de mansión era tan enorme coma la de entrada, pero esta de una madera que no podía identificar, de seguro una muy rara y parte yo no conocía las maderas ni que fuera carpintera.
Entramos y si creía que la fachada de la casa era bonita el interior era mucho mejor. Al entrar se veía una escalera de mármol color beige en medio del recibidor, una mesa larga y adornaba a un lado de la escalera. Me acerque y aprecie las flores que tenían en sima, unas hermosas rosas, hacían que la casa tuviera un poco de color entre tanto color beige. Llegare a amar el Beige.
— Ya veo que te gustaron las rosas -Me voltee a ver a Robert
— Son preciosas – resumí en pocas palabras.
— Si te han gustado tanto, después que te lleve Ángel por mas a la florería –Me sonrió – plántalas en el jardín gran falta le hace un poco de color –Propuso – Esta casa necesita un toque femenino.
— Está bien.
— Sigamos por acá esta la sala –Señalo el camino a la sala.
Al entrar a la sala, otra vez reino el beige en toda la habitación. Me pregunte si no se acabaría el beige en la casa.
Un gran sillón ocupaba gran parte de ella, pero se veía tan lujoso en su color negro. Una obra de arte colocada en una pared de una campiña. Mesas había casi en cada esquina. Unas grandes lámparas beige otra vez adornaban el gran espacio, suponía que daban gran iluminación a la sala. Voltee para arriba vi un candelabro de plata o eso pensaba.
— ¿Quieres que te muestre la casa? –Solamente asentí –Bueno Ángel muéstrale la casa.
— Claro Robert
Salimos de la sala. Lo primero que al subir las escaleras fue el cuadro que me dejo pasmada, la mujer se parecía tanto a mí.
— Son nuestro padre y nosotros cuando éramos pequeños –me dijo Ángel detrás de mí.
— Enserio somos nosotros... – y el asintió.
Me quede observando el cuadro de más de cerca. Ese fue el momento en que no pude negarme ante la realidad, Ángel era mi hermano y mis verdaderos padres no los recordaba. En el cuadro mi mama tenía el mismo cabello que el mío, pero con unos ojos marrones, yo era el vivo de mi mama y mi padre lacio como mi hermano, pero sin embargo el tenia los ojos azules. Tan parecidos éramos, nosotros éramos como mis padres, excepto por los ojos que contrastábamos el uno con el otro. Voltee a ver a Ángel y él me observaba.
— Piensas que nos parecemos ellos –Pareciera que me leyera la mente.
— Algo así, es que parecen a nosotros pero más grande.
— Cuando éramos pequeños siempre dijeron que éramos ellos de pequeños –contesto –Pero sabes no recuerdas nada sobre ellos.
— La verdad... he tenido uno u otro recuerdo –Le confesé –Pero nada tú apareces.
— Es inevitable, tenía que aparecer yo en ellos
— Tienes un ego enorme.
— Si no lo niego, es lo que les encanta a las chicas –Se sintió orgulloso.
— Si como no, pero háblame más sobre nuestros padres.
— Bueno hay mucho que decirte pero creo que lo correcto será empezar por cómo se llamaban––Por un momento se quedo callado, pero continuo –Papa se llamaba Ángel igual que yo y mama Sofía. Nos querían mucho, éramos su vida ellos Vivian para nosotros –Se quedo mirando a nada como recordando –Antes nosotros dos éramos inseparable hasta en la escuela, por lo regular nada mas éramos nosotros dos no dejábamos que nadie se metiera entre nosotros. Creo mañana te hablare mas de ellos.
— Tenemos toda la noche...
— Mañana...
— Ahorita -Rogué.
No me quiso decir nada más; me mostraron casi toda la casa, me sorprendió que tuvieran tanto color beige en todas paredes. Me preguntaba si no les aburría, pero tenía la casa algunos toques de color que la hacían como una casa de muñecas. Pasando cinco habitaciones, me sentía muy cansada. Lo noto Ángel porque la siguiente habitación vimos fue la mía.
— Por último tu habitación –Me tapo los ojos antes de entrar y solo me dejaron ver hasta que estuve a dentro.
Tenía la idea clara de que sería de color beige. Que equivocada estaba, una habitación rosa como siempre quise me espera. Una cama con paneles que colgaban en color crema con rosa, me incitaba a caer sobre ella y pero por educación no lo hice. Mire para los lados y dos puertas de cada había, me imaginaba que una era para el baño y la otra para que seria.
— Por acá esta baño –señalo la puerta de la derecha Ángel –Por acá tu armario, ahí tienes toda la ropa que necesitas.
En eso entro Robert a la habitación con mis pocas maletas, el dejo por un lado de un escrito de madera, parecía grande y viejo el escritorio, que estaba en una esquina detrás de un ventanal.
— ¿Te gusta tu habitación? –Pregunte sentando en la cama
— Esta preciosa
— Bueno te dejo para que descanses –Se levanto de donde se había sentado.
— Pero mañana como me voy a la escuela –Tenia muchas dudas.
— Te irás con Ángel, él le gusta llegar temprano –Me dijo y me dejo sola con Ángel.
Cerró la puerta y me quede en esa habitación tan extraña para mí. Siempre quise una así, pero ahora que la tengo no me importa. Antes no había podido observar detenidamente toda la habitación, no había fijado que unos buros con lámparas adornaban. Había un tocador de color... que sorpresa beige; era enorme pero me fascinaba. Enzima del había uno que otro perfume, no reconocí nada de que estaba encima del.
— Buenas Noches Ángel -Le abrí la puerta para que saliera.
— No me quiero ir aun apenas son las diez y media –Se acostó en mi cama.
— Pero yo si quiero que te vallas
— Bueno como quieras hermana
Antes de salir se acerco y me beso en frente, si éramos mellizos porque él estaba más alto que yo. Salió de mi habitación y abrí mi pequeña maleta donde llevaba mi piyama y una poca ropa, mi piyama constituía de un camisón que se ajustaba en la cadera, se ve pasado de moda pero en fin quien me lo va ver.
Me lo puse y me mire al espejo del tocador, lo tenía desde hace tiempo; pero antes me quedaba arriba de la rodilla ahora me quedaba algo más corto. Estaba muy cómodo para deshacerme de él.
Me sentía cansadísima así por fin me pude aventar a la cama, estaba tan cómoda la cama al meterme dentro de ella, que después todo lo sucedido cerré los ojos y aun así se derramaban lagrimas por mi ojos, que me dejaron mas cansada de por sí. Cayendo dormida en rato
Joel POV
— Buenas Noches Padre –Dije cortes.
— ¿Qué tal tu día? –Pregunto.
— Normal –Le dije secamente.
— Hijo porque te comportas así – se acerco
— Tu bien sabes, yo no quiero estar aquí –Me aleje directo a mi habitación.
Cuando entre mire por mi ventana hoy era un día despejado lleno de estrellas, me pregunta si Carla ya estaría durmiendo en estos momentos. La había tratado de peor, cada vez que quiero arreglar las cosas se ponen peor... todo está mal. La hija de papi ya está por llegar, será una presumida igual que su hermano.
Hoy dormiré pensando en Carla, la extraño. Mañana me disculpare, por ser el idiota que fui y que soy. No la quiero perder. No de esa forma
Carla POV
— Vas a estar mejor –Dijo acostando un lado de mi.
— Tengo frio –Toco mi frente.
— Todavía tienes fiebre, pronto se te bajara –Tomo mi mano –No te preocupes no me iré.
Desperté cuando un rayo de luz se atravesó por en medio de mi las cortinas, me voltee y volví a dormir. Mi puerta se abrió de golpe y me asusto.
— ¿Qué pasa aún es temprano? –Pregunte acomodándome dentro de las cobijas.
— Se nos va hacer tarde si no te paras –Jalo las cobijas.
— Yo quiero dormir 5 minutos mas –Me quito las cobijas, me acurruque sin ellas.
Me aventó una almohada y salió de mi cuarto, me pare hecha una fiera y lo seguí por detrás de mi puerta. Cruzo para la izquierda y lo seguí hasta que se paró de repente y aproveche para aventarme. Agarre velocidad y me lo colgué por detrás del.
— Te atrape hermanito –Me cargo.
— Qué bueno Stella la estrella –Me dijo, reconocí la frase de mis sueños.
— No soy Stella la estrella soy Laila –Se sorprendió que supiera responderle.
— Te acordaste –Me abrazo.
— Desde hace días
— Entonces porque no me creías –Me pregunto confuso.
— Porque me gusta hacerte sufrir.
— Que mala –Me levanto en el aire.
— Bájame.
Me bajo en el suele, iba reclamarle cuando vi a la distancia al que menos me esperaba ver este lugar, a Joel en piyama en mi casa. Su reacción fue de sorpresa porque tiro el plato de cereal que llevaba.

10 de marzo de 2010

Capitulo 11.- Despedida

Un capitulo triste pero espero que les guste, de aquí en adelante la vida de Carla dará muchos giros, Felicidad, triste, celos, engaños, miedos y también la mas importante amor.

Capitulo 11
Despedida

Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción rápidamente: alquilan mi habitación.
Woody Allen

En la hora siguiente me pase voltee y voltee a ver la ventana -¿porque habían salido tan temprano los de B?- me preguntaba a mi misma. Cuando la hora se acabara la cosa se pondrían de lo más lindo; la campana sonó y yo con los nervios de punta.
— Pareces tensa –Me miro Sara rara.
— Yo la veo normal –dijo Carol chupando una paleta. En otro mundo como siempre estaba Carol.
— Algo, hace rato tuve un debate –les dije acomodándome la mochila –Espero que no se aburrieran.
— No la verdad no –Dijo con una sonrisita, ya mi imagino sus motivos ocultos de Sara.
— La verdad si con esta Sara nada mas vien... ayyy –Solté una risita al ver que Sara piso a Carol, si Carol hubiera seguido me imagino que hubiera dicho viendo a Ángel como se iba aburrir -Porque me pisas –Se quejo.
— Me equivoque...
— Si como no –Dijo con sarcasmo.
— Vamos, estoy harta de escuela por hoy.
Y así fue a medio camino como siempre nos separamos todos agradecí que Ángel no digiera nada, me puse los audífonos dejando por un lado este día que por ahora estaba siendo malo. Bueno no puede empeorar o si.
Cuando llegue a casa no había nadie en la casa, esto de que no hubiera nadie se estaba haciendo muy común. No soy inútil, una de mis pasiones era el arte de cocinar, muy pocas veces cocina gracias que mi mama no me dejaba acercarme a SU cocina. En muy territorial con eso.
Quería preparar algo sencillo, arroz y tacos de pollo nada del otro mundo. Cuando cocino me gusta escuchar música, me relaja. Agarre un Cd cualquiera y lo puse en el estéreo.
Empezó a sonar –te aviso, te anuncio de Shakira –y con ella empecé a cantar; prepare en un rato toda la comida, pero lo que mas odiaba hacer era cortar la desgraciada cebolla. En el estéreo empezó a sonar...
Debes buscarte un nuevo amor
q no guarde sus problemas
q no sea como yo
A la hora de la cena
q cuando muera de celos
El jamás te diga nada
q no tenga como yo
Tantas heridas en el alma

Creo que la cebolla ya me estaba haciendo daño, porque estaba saliendo un torrente de lagrimas de mis ojos, me las limpie pero nuevas salieron era la cebolla o era otra cosa lo que me atormentaba. Termine de picarla y mejor le cambie de canción y fue cuando empezó a sonar –Hot´N Cold de Katy Perry –Agarre una cucharon y lo tome como un micrófono. La parte que mas me encantaba era coro.
Cause you're hot then you're cold
You're yes then you're no
You're in and you're out
You're up and you're down
You're wrong when it's right
It's black and it's white
We fight, we break up
We kiss, we make up
You, You don't really want to stay, no
You, but you don't really want to go-o
You're hot then you're cold
You're yes then you're no
You're in and you're out
You're up and you're down

Cuando voltee para la ventana y un grito de enorme solté, ahí estaba la maldición en persona. Ángel. Estaba que se hacía de risa de solo verme. Deje el cucharon en el lavabo y cerré la ventana en sus narices. Este como se había metido al jardín y todavía me espía. Unos momentos después sonó la puerta del frente. Creo saber quien toca la puerta. La abrí de un jalón.
— ¿Qué quieres? –le pregunte indignara.
— No te conocía esos talentos hermanita –Cerré la puerta o más bien intente cerrarla porque este metió el pie en mi camino –Que recibimiento es este.
— Bueno este el recibimiento a los invitados no deseados –Abrí de nuevo la puerta.
— ¿Me dejas pasar? –Pregunto cauteloso.
Paso y entro como si estuviera en su propia casa, hasta se sentó en la mesa. Yo solo me le quede viendo.
— Bueno que trae por aquí –le dije intentando ser cortes.
— Bueno vine por mi hermanita
— Que no soy tu hermana –le solté a media cara.
— Ay Dios que si lo eres –tome medidas drásticas le lance un vaso con agua –Oh...
— Es que te vi algo sucio –Murmuro algo, pero lo hizo tan silencioso que ni lo entendí -¿Qué dijiste?
— Nada Laila
— Carla
— Bueno ya enserio vengo por ti –Me senté justo enfrente de Ángel
— Pero yo no me quiero ir contigo Ángel.
— Pero tienes una idea de cuánto tiempo te he buscado
— No y seguirás buscando una hermana, yo no soy tu hermana.
— Claro que lo eres, era mi pequeña hermana Laila Stella – Me fui para la cocina donde Ángel me siguió –Por favor créeme... eres mi hermana... no quiero volver a penderte hermana –Me abrazo por detrás.
No supe que mi padres había entrado solo cuando escuche un grite detrás de mí. Ver a mis padres a mi cara era una máscara de enojo los dos. Me cohibida un momento por su miradas.
— ¿Qué es esto Carla?
— Este... este... el es Ángel –Fue lo primero que se me ocurrió –Y ya se va...
— Per... –Le tape la boca a Ángel y lo guie hasta la salida.
— Bueno creo que te veo después –E iba cerrar la puerta, pero puso el pie.
— Esta vez no me haces lo mismo que la otra vez
— Por favor –No quitaba el pie y ya me estaba desesperando –Por favor.... Her.... ma...ni...to –Tartamudee.
— Está bien pero regresare y esta vez para llevarte.
— U si como no, ya quiero ver como sacas de casa –Pensé.
— Bueno –Quito el pie y se largo.
Bueno ahora a lidiar con mis padres. Cuando regrese a la cocina ya no estaban, se había ido y sin regañarme. Bueno eso era algo relativamente bueno y perturbador a la vez. Pero por ahora no me preocupare por eso. Termine recoger la cocina sin más mirones a la vista y subí a hacer mi tarea.
Así pasaron las horas hasta que dieron las 9 de noche y sonó el timbre. Corrí abrir me encontré con señor alto y con unos ojos del mismo color que los míos, creí ver mis propios ojos en el. Tenía el cabello rizado y corto; me sonrió como si me reconociera.
— Esta James –Pregunto por mi papa.
— ¿Quién lo busca? –le pregunte
— Robert Cross –Se me hacia parecido el apellido
— Espere deja veo
Corrí a la habitación de mi padres, les avise de quien estaba en la puerta y bajaron enseguida los dos. Yo me quede observando desde las escaleras. Lo dejaron entrar y se fueron a la sala, me tuve que bajar para oír que decían.
— Ella se tiene que ir con nosotros –Dijo Robert
— No se la llevaran ella es nuestra –se defendió mi papa.
— Pero no es de esta familia, ustedes saben bien desde hace una semana que ella tiene familia.
— Pero ellos la dejaron abandonada –entre llanto mi mama respondió –Si no la hubiéramos encontrado tirada.
Creo que ya empezaba a captar la idea sobre quien hablaban; de mí. Yo ya tenía una familia no le pertenecía a nadie más.
— Ella tiene un hermano lo van alejar de el –No dijeron nada –Sabes desde cuando su hermano la ha buscado. Ustedes no saben ella, se perdió desde hace años, la buscamos pero no creímos que una familia la hubiera adoptado por eso se perdió tantos años desperdiciados. Ustedes no son su familia.
— Ellos son mi familia –Intervine –Ellos me cuidaron desde que tengo memoria, si hubieran querido encontrarme lo hubieran hecho estaban en la misma ciudad que nosotros.
— En realidad no –siseo –Cuando paso todo tú estabas de vacaciones en la capital todo paso haya por eso te perdimos la pista.
— Ellos me encontraron aquí así que no soy la quien dicen ser.
— En realidad está diciendo la verdad –Dijo mama llorando.
— Estela –Le regaño papa.
— Tiene derecho, si te encontramos en la capital pero siempre decimos que te encontramos aquí.
— Porque me mintieron –Me sentía traicionada.
— Bueno ese no el punto ahorita en cuestión –Que cambio de tema más drástico –Te tienes que venir conmigo y tu hermano –Mi hermano –Va en la misma escuela que tu.
Estaba hecha una furia, sonó la puerta y mama se fue abrir la puerta y por el umbral apareció el rey de roma. Ángel se sentó con toda calma a lado de Robert.
— Te dije que te quedaras en el auto –Le regaño Robert
— Me estaba aburriendo –Se voltio a mi sonrió –Te lo dije, regrese por ti.
— Ya has hablado antes con ella –Le pregunto Robert
— Que si no... ya me había dicho la misma tontería varias veces –respondí por él.
— Bueno si quiera te ha dado más tiempo para asimilarlo –Parecía complacido
— Yo no creo nada y no me iré de aquí.
— Carla te tienes que ir con ellos –Lo mire pasmada.
— Laila Stella –Le corrigió Ángel.
— No me iré –Me acerque a mi padres.
— Tienes que ir, vamos ve a recoger tus cosas –No sabía que decir.
— Ayúdale Ángel –Le ordeno Robert.
Me subí como un robar a mi habitación o la que había sido mi habitación. Saque una mochila debajo de la cama y empecé recoger mi ropa.
— No te lleves la ropa, ya te compraremos mas
Le hice caso y deje casi toda la ropa, me lleve una piyama y una que otra de mis blusas favoritas. Le avente mi mochila a Ángel y empecé a recoger mis cosas de la escuela, mis libretas, mi lapicera, mis cosas.
— Me quiero despedir –me miraron y luego les dije –Pero a solas.
— ¿Y su ropa? –Comento mama.
— Por eso no se preocupes ya le hemos comprado algo –No sé si debía sentirme agradecida o enojada por tomarse algo que no debían - entonces te esperamos a fuera.
Nos quedamos parados, en silencio, no sabía que decir y ellos tampoco, como le podía decir, lo tanto que los quería, lo tanto que deseara quedarme con ellos, no en quería ir, quería regresar el tiempo, estar en los viejos tiempos, donde no había, ni hermanos molestos, solo me salieron estas palabras de boca.
— Los voy a extrañar, los quiero de verdad –los mire suplicantes –No me quiero ir, era feliz aquí, quiero seguir viviendo con ustedes no quiero irme.
Pero lo que no me di cuenta eran que lagrimas por mis ojos corrían.
— Pequeña no te puedes quedar, debes irte, nosotros hicimos un trato, por favor no hagas mas difícil, podrás visitarnos cuando quieras –Dijo mama, la ábrase y papa se nos unió.
Y así fue como abandone la casa que durante varios años había sido mi hogar aventurándome a una nueva vida.