10 de marzo de 2010

Capitulo 11.- Despedida

Un capitulo triste pero espero que les guste, de aquí en adelante la vida de Carla dará muchos giros, Felicidad, triste, celos, engaños, miedos y también la mas importante amor.

Capitulo 11
Despedida

Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción rápidamente: alquilan mi habitación.
Woody Allen

En la hora siguiente me pase voltee y voltee a ver la ventana -¿porque habían salido tan temprano los de B?- me preguntaba a mi misma. Cuando la hora se acabara la cosa se pondrían de lo más lindo; la campana sonó y yo con los nervios de punta.
— Pareces tensa –Me miro Sara rara.
— Yo la veo normal –dijo Carol chupando una paleta. En otro mundo como siempre estaba Carol.
— Algo, hace rato tuve un debate –les dije acomodándome la mochila –Espero que no se aburrieran.
— No la verdad no –Dijo con una sonrisita, ya mi imagino sus motivos ocultos de Sara.
— La verdad si con esta Sara nada mas vien... ayyy –Solté una risita al ver que Sara piso a Carol, si Carol hubiera seguido me imagino que hubiera dicho viendo a Ángel como se iba aburrir -Porque me pisas –Se quejo.
— Me equivoque...
— Si como no –Dijo con sarcasmo.
— Vamos, estoy harta de escuela por hoy.
Y así fue a medio camino como siempre nos separamos todos agradecí que Ángel no digiera nada, me puse los audífonos dejando por un lado este día que por ahora estaba siendo malo. Bueno no puede empeorar o si.
Cuando llegue a casa no había nadie en la casa, esto de que no hubiera nadie se estaba haciendo muy común. No soy inútil, una de mis pasiones era el arte de cocinar, muy pocas veces cocina gracias que mi mama no me dejaba acercarme a SU cocina. En muy territorial con eso.
Quería preparar algo sencillo, arroz y tacos de pollo nada del otro mundo. Cuando cocino me gusta escuchar música, me relaja. Agarre un Cd cualquiera y lo puse en el estéreo.
Empezó a sonar –te aviso, te anuncio de Shakira –y con ella empecé a cantar; prepare en un rato toda la comida, pero lo que mas odiaba hacer era cortar la desgraciada cebolla. En el estéreo empezó a sonar...
Debes buscarte un nuevo amor
q no guarde sus problemas
q no sea como yo
A la hora de la cena
q cuando muera de celos
El jamás te diga nada
q no tenga como yo
Tantas heridas en el alma

Creo que la cebolla ya me estaba haciendo daño, porque estaba saliendo un torrente de lagrimas de mis ojos, me las limpie pero nuevas salieron era la cebolla o era otra cosa lo que me atormentaba. Termine de picarla y mejor le cambie de canción y fue cuando empezó a sonar –Hot´N Cold de Katy Perry –Agarre una cucharon y lo tome como un micrófono. La parte que mas me encantaba era coro.
Cause you're hot then you're cold
You're yes then you're no
You're in and you're out
You're up and you're down
You're wrong when it's right
It's black and it's white
We fight, we break up
We kiss, we make up
You, You don't really want to stay, no
You, but you don't really want to go-o
You're hot then you're cold
You're yes then you're no
You're in and you're out
You're up and you're down

Cuando voltee para la ventana y un grito de enorme solté, ahí estaba la maldición en persona. Ángel. Estaba que se hacía de risa de solo verme. Deje el cucharon en el lavabo y cerré la ventana en sus narices. Este como se había metido al jardín y todavía me espía. Unos momentos después sonó la puerta del frente. Creo saber quien toca la puerta. La abrí de un jalón.
— ¿Qué quieres? –le pregunte indignara.
— No te conocía esos talentos hermanita –Cerré la puerta o más bien intente cerrarla porque este metió el pie en mi camino –Que recibimiento es este.
— Bueno este el recibimiento a los invitados no deseados –Abrí de nuevo la puerta.
— ¿Me dejas pasar? –Pregunto cauteloso.
Paso y entro como si estuviera en su propia casa, hasta se sentó en la mesa. Yo solo me le quede viendo.
— Bueno que trae por aquí –le dije intentando ser cortes.
— Bueno vine por mi hermanita
— Que no soy tu hermana –le solté a media cara.
— Ay Dios que si lo eres –tome medidas drásticas le lance un vaso con agua –Oh...
— Es que te vi algo sucio –Murmuro algo, pero lo hizo tan silencioso que ni lo entendí -¿Qué dijiste?
— Nada Laila
— Carla
— Bueno ya enserio vengo por ti –Me senté justo enfrente de Ángel
— Pero yo no me quiero ir contigo Ángel.
— Pero tienes una idea de cuánto tiempo te he buscado
— No y seguirás buscando una hermana, yo no soy tu hermana.
— Claro que lo eres, era mi pequeña hermana Laila Stella – Me fui para la cocina donde Ángel me siguió –Por favor créeme... eres mi hermana... no quiero volver a penderte hermana –Me abrazo por detrás.
No supe que mi padres había entrado solo cuando escuche un grite detrás de mí. Ver a mis padres a mi cara era una máscara de enojo los dos. Me cohibida un momento por su miradas.
— ¿Qué es esto Carla?
— Este... este... el es Ángel –Fue lo primero que se me ocurrió –Y ya se va...
— Per... –Le tape la boca a Ángel y lo guie hasta la salida.
— Bueno creo que te veo después –E iba cerrar la puerta, pero puso el pie.
— Esta vez no me haces lo mismo que la otra vez
— Por favor –No quitaba el pie y ya me estaba desesperando –Por favor.... Her.... ma...ni...to –Tartamudee.
— Está bien pero regresare y esta vez para llevarte.
— U si como no, ya quiero ver como sacas de casa –Pensé.
— Bueno –Quito el pie y se largo.
Bueno ahora a lidiar con mis padres. Cuando regrese a la cocina ya no estaban, se había ido y sin regañarme. Bueno eso era algo relativamente bueno y perturbador a la vez. Pero por ahora no me preocupare por eso. Termine recoger la cocina sin más mirones a la vista y subí a hacer mi tarea.
Así pasaron las horas hasta que dieron las 9 de noche y sonó el timbre. Corrí abrir me encontré con señor alto y con unos ojos del mismo color que los míos, creí ver mis propios ojos en el. Tenía el cabello rizado y corto; me sonrió como si me reconociera.
— Esta James –Pregunto por mi papa.
— ¿Quién lo busca? –le pregunte
— Robert Cross –Se me hacia parecido el apellido
— Espere deja veo
Corrí a la habitación de mi padres, les avise de quien estaba en la puerta y bajaron enseguida los dos. Yo me quede observando desde las escaleras. Lo dejaron entrar y se fueron a la sala, me tuve que bajar para oír que decían.
— Ella se tiene que ir con nosotros –Dijo Robert
— No se la llevaran ella es nuestra –se defendió mi papa.
— Pero no es de esta familia, ustedes saben bien desde hace una semana que ella tiene familia.
— Pero ellos la dejaron abandonada –entre llanto mi mama respondió –Si no la hubiéramos encontrado tirada.
Creo que ya empezaba a captar la idea sobre quien hablaban; de mí. Yo ya tenía una familia no le pertenecía a nadie más.
— Ella tiene un hermano lo van alejar de el –No dijeron nada –Sabes desde cuando su hermano la ha buscado. Ustedes no saben ella, se perdió desde hace años, la buscamos pero no creímos que una familia la hubiera adoptado por eso se perdió tantos años desperdiciados. Ustedes no son su familia.
— Ellos son mi familia –Intervine –Ellos me cuidaron desde que tengo memoria, si hubieran querido encontrarme lo hubieran hecho estaban en la misma ciudad que nosotros.
— En realidad no –siseo –Cuando paso todo tú estabas de vacaciones en la capital todo paso haya por eso te perdimos la pista.
— Ellos me encontraron aquí así que no soy la quien dicen ser.
— En realidad está diciendo la verdad –Dijo mama llorando.
— Estela –Le regaño papa.
— Tiene derecho, si te encontramos en la capital pero siempre decimos que te encontramos aquí.
— Porque me mintieron –Me sentía traicionada.
— Bueno ese no el punto ahorita en cuestión –Que cambio de tema más drástico –Te tienes que venir conmigo y tu hermano –Mi hermano –Va en la misma escuela que tu.
Estaba hecha una furia, sonó la puerta y mama se fue abrir la puerta y por el umbral apareció el rey de roma. Ángel se sentó con toda calma a lado de Robert.
— Te dije que te quedaras en el auto –Le regaño Robert
— Me estaba aburriendo –Se voltio a mi sonrió –Te lo dije, regrese por ti.
— Ya has hablado antes con ella –Le pregunto Robert
— Que si no... ya me había dicho la misma tontería varias veces –respondí por él.
— Bueno si quiera te ha dado más tiempo para asimilarlo –Parecía complacido
— Yo no creo nada y no me iré de aquí.
— Carla te tienes que ir con ellos –Lo mire pasmada.
— Laila Stella –Le corrigió Ángel.
— No me iré –Me acerque a mi padres.
— Tienes que ir, vamos ve a recoger tus cosas –No sabía que decir.
— Ayúdale Ángel –Le ordeno Robert.
Me subí como un robar a mi habitación o la que había sido mi habitación. Saque una mochila debajo de la cama y empecé recoger mi ropa.
— No te lleves la ropa, ya te compraremos mas
Le hice caso y deje casi toda la ropa, me lleve una piyama y una que otra de mis blusas favoritas. Le avente mi mochila a Ángel y empecé a recoger mis cosas de la escuela, mis libretas, mi lapicera, mis cosas.
— Me quiero despedir –me miraron y luego les dije –Pero a solas.
— ¿Y su ropa? –Comento mama.
— Por eso no se preocupes ya le hemos comprado algo –No sé si debía sentirme agradecida o enojada por tomarse algo que no debían - entonces te esperamos a fuera.
Nos quedamos parados, en silencio, no sabía que decir y ellos tampoco, como le podía decir, lo tanto que los quería, lo tanto que deseara quedarme con ellos, no en quería ir, quería regresar el tiempo, estar en los viejos tiempos, donde no había, ni hermanos molestos, solo me salieron estas palabras de boca.
— Los voy a extrañar, los quiero de verdad –los mire suplicantes –No me quiero ir, era feliz aquí, quiero seguir viviendo con ustedes no quiero irme.
Pero lo que no me di cuenta eran que lagrimas por mis ojos corrían.
— Pequeña no te puedes quedar, debes irte, nosotros hicimos un trato, por favor no hagas mas difícil, podrás visitarnos cuando quieras –Dijo mama, la ábrase y papa se nos unió.
Y así fue como abandone la casa que durante varios años había sido mi hogar aventurándome a una nueva vida.

No hay comentarios: