31 de enero de 2010

Capitulo 4.- Declaraciones Fuertes

Capitulo 4
Declaraciones Fuertes


Solo soy una chica, parada enfrente de un chico... pidiéndole que la ame
De la pellicula "Nothing Hill" es la de Julia Roberts

Al día siguiente, llegue hasta más temprano de lo normal. Había dormido sin sueños, pero en cambia al levantarme me invadía la curiosidad de que tanto me perdí ayer. Llegue y corrí abrazar como cada mañana a Joel.
— ¡Joel! –me abrazo fuertemente.
— Car vienes muy amorosa hoy –me soltó.
— No, solo que me mata la curiosidad
— Curiosidad de que.
— No te hagas bien que sabes –Lo mire fijamente –Que me ibas a decir... es que se me apaga lo computadora
— Yo algo... – ¡Se puso rojo! Y el desentendido –No Carla... que estuviste tomando ayer
— Joel –Reclame.
Quería decirle que me digiera la verdad; pero como odiaba esa campana siempre sonaba en el momento que menos quiero que suene. Me senté desorienta.
— Por favor dime –dije en un susurro. Negó con la cabeza –Anda no seas malo.
El maestro voltio en ese momento.
— Guarden silencio –Ordeno.
No me iba rendir tan fácil. Le mande un papelito, que no tardo en responder.
Dime no seas malo Joel...
Yo no dije nada... eres tú la que dices que dije algo.
Juro que si me querías decir algo ayer
Mmm... Te dire pero tal vez al rato
Ahorita!!!
Te han dicho desesperada
Iba a responderle que si pero en el maestro de matemáticas me quito el papel. Con toda la calma del mundo leyó el papel para clase. Esto era infantil.
— Bueno como veo le importa saber que le va decir Joel que la clase Carla –Me miro con el seño fruncido –Bueno entonces Joel ya dígale lo que tanto le urge a Carla para que pueda por fin presta atención a mi clase.
— Este... –Mi miro enojado Joel
— Ahora
Joel no dijo nada; tan malo era lo que me iba decir. El profesor se estaba enojando, su cara se estaba poniendo rojo del coraje.
— Bueno como veo que a ninguno de los le importa mi clase los fuera –Señalo la puerta.
— Pero maestro –Proteste, Joel se había rendido muy fácil, el ya estaba en la puerta.
— Si sigue diciendo algo más Carla, le pondré un reporte –Amenazo.
Esa fue mi señal para salir de ahí; Joel se había enojado por la forma que se alejaba de mí. Corrí tras de él, que pasotes daba. Recordatorio para mí misma, correr más seguido.
— Joel –grite, me ignoro.
Tal vez necesita que lo dejara solo; camine más tranquila rumbo al salón del B. Cuando llegue como siempre discutían Carol y Sara.
— Te lo dije – Suspiro triste Carol.
— No eso no era lo correcto si pasábamos era por nuestra propia cuenta –Discutió Sara.
— Pero bien que tu también querías pasar
— Claro que quería pasar, pero no así.
— ¿Chicas que paso? –Dije por detrás de ellas y le metí tremendo susto a Sara.
— No me asustes así Carla –Se sentó arriba de la mesa –Menos después de lo que ha pasado hoy...
— ¿Que paso? –Pegunte de nuevo.
— Reprobamos
Eso ya me lo esperaba, tendría que cumplir la apuesta con Ángel, lo voltee a ver y me sonrió.
— Pero sabes cual es lo peor Carla –Se quejo Carol –Que alguien del salón consiguió el examen y se los pasaron a todos.
— Pero nadie lo uso ¿verdad?
— No, todos lo usaron menos nosotras
— Pero vean en lado bueno hicieron lo correcto.
— Si –Se bajo de la mesa –Mi conciencia que da tranquila
— La mía no, la mía me grita te molestare por no copiar –Nos reímos las dos de Carol, que dramática andaba hoy.
— Una cosa Carla –dejo su melodrama.
— Dime
— ¿Qua haces aquí?
— Me corres –Me hice la indignada.
— No es eso, pero si no mal recuerdo tú tienes matemáticas ahorita.
— Me corrieron de la clase junto con Joel
— ¿Te corrieron y eso?
— Estaba mandado palitos con Joel.
Estaba a punto de contarles sobre que me quería decir Joel, cuando él se asomo por la puerta. Me fije a ver si tenía la cara de enojada, pero no; siempre con su calidad sonrisa, que me hacia desear tenerlo a mi lado.
— Puedo hablar contigo –asentí y Salí.
Pude oír por detrás de mí como decían.
— Hablando del Rey de Roma...
— Que se asoma.
Joel no me hablo en todo el camino, solo me llevo hasta un lugar apartado, yo diría tranquilo para hablar. Nos sentamos y lo mire en la espera de que me digiera algo.
— Seré directo –Tomo aire –Yo no quería romper con nuestra amistad... pero no puedo seguir así... tengo que decirte esto...
— Si es por lo de hace rato, no te volveré a molestar, para que no nos saquen –Me miro como desorientado.
— No eso es... no me enojaría por una tontería como esa
— Entonces –Pregunte.
— Te quiero...
Eso no me lo esperaba eso; si era sincera conmigo misma. Yo también lo quería, pero siempre me lo negué, hay una frase que dice: De amigos a novios, se puede. Pero es muy difícil que de novios a amigos, nos podamos hacer de nuevo. Yo me había negado a misma la posibilidad, con el temor de que se perdiera siquiera su amistad con Joel. Pero me alegraba tanto la posibilidad.
— No debí decirte... –Estaba a punto de irse, cuando le agarre del brazo –Tu no me quieres verdad.
— Si quiero Joel, más de lo que crees
— Solo me dices eso para que no me sienta mal -Me miro con ojos suplicantes, como no podía creer.
— Claro que no
Y ahí fue cuando lo bese. Nuestro labios se unieron perfectamente, como si estuvieran hecho el uno para el otro; pudo durar momento este beso, para mi corazón fue inolvidable. Y ahora si fui yo cuando Salí corriendo yo.
Entre casi a brinquitos al salón del B, pero no había nadie más que Ángel.
— Hola Carla –Me miro, mientras yo respiraba entre cortada –Pareces alterada.
— Estoy bien –mis respiraciones se empezaron a tranquilizar.
— Bueno como oíste hace rato perdiste la apuesta.
— Si lo sé, te debo un día.
— Que tal este mañana –propuso. Era buen día sábado.
— Está bien, que tal te parece en la tarde.
— Ok
— Te recojo en el pelón a las 4 de la tarde.
El pelón era un monumento del fundador de la ciudad, pero como estaba calvo le apodaron el pelón. Salí del salón y a medio camino de mi en encontré de nuevo con Joel.
— No me dijiste si aceptas mi cita –Casi poniéndose en frente de mí. Con una sonrisa de oreja a oreja.
— Si ¿cuando? –Pregunte.
— Mañana, te recojo en el pelón a las 10 de mañana.
¡Oh! Estaba en problemas, dos citas en el mismo día que locura.

28 de enero de 2010

Capitulo 3.- Solo se... que no se nada...

CAPITULO 3
Solo se... que no se nada...


No hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un pícaro y si no sabes, eres un tonto
Confucio


Cuando llegue a la escuela lo primero que me dijo Joel fue que mal me veía. Mis sueños me estaban dejando agotada, el sueño de hoy me había dejado dormir un par de horas, pero todos los anteriores solo me dejaban agotada y no podía dormir después. Cada día se me veía peor las ojeras de no poder dormir
— Estoy bien solo no he dormido bien –Asintió con la cabeza.
Empezó la clase, tomaba nota de todo; pero mi mente no cataba bien lo que el maestro explicaba. Como siempre el toque del receso significaba que era hora de estar lejos de Joel.
Nos separamos como siempre en salón de Sara y Carol.
— ¿Qué tal su día? –Pregunte moviéndome como lombriz.
— Bien –Me miro Sara –Veo que el tuyo no también...
— Si... te vez terrible....
— Y le siguen con eso –Al parecer no entendieron que dije –Es que Joel me dijo lo mismo
— UHHH!!! –Dijeron o mejor dicho gritaron.
— Calmadas las van oír –Con que voces fueron dotadas.
— No oye –Dijo calmadamente Sara.
Y pude ver a Joel pasando en ese mismo momento, para mi próxima vida quiero mejor suerte.
— Si no las oyen -dije sarcásticamente –Solo las oyeron media escuela, pero eso no es nada.
Como quería a mis amigas, a veces aunque abrían la boca de más, aun así las apreciaba mucho. Almorcé unas mantecadas de chocolate, por una extraña razón quería comer hoy chocolate. Fue lo que me recordó el sueño. Iba caminando hacia el salón, cuando me sumí en pensamientos
— ¡Car! –casi grito Joel y me metió tremendo susto –Te la vives en las nubes verdad.
— Noo, como creer –Camine al paso de Joel – Bueno si un poco...

Cuando fue la hora de la salida me toco esperar a Carol y Sara. Me senté afuera de su salón, esperando a que salieran, tenían examen y no vea que para pronto acabaran.
— Esperas a alguien –Pregunto una voz detrás de mí.
¡OH! Era Ángel, desde ese día que Sara almorzó con nosotros ya no se había quedado con Ángel. Las cosas que nos contaba ya no mencionaban a Ángel, me pregunto que abra pasado desde ese día.
— Si, espero a Carol y Sara -Se sentó a mi lado.
— No creo que salgan pronto por lo vi
— Eso pensaba
— Me llamo Ángel -se presento con una sonrisa en la cara.
— Carla –Le devolví la sonrisa.
— Bueno Carla no creo que puedas ir pronto
— Y como sabes
— Porque les estuve ayudando a estudiar a Carol y Sara. –Puso su mano sobre su pecho, hizo una cara seria –Juro que hice todo lo que pude sobre esas dos... pero como decirlo son un caso raro.
— Dirás misión imposible
— Exacto –Se me quedo viendo –No le leerás mis pensamientos.
Me hizo reír la forma en lo que dijo, esto era diferente de cómo me la pasaba con Joel. Me fije en los ojos de Ángel... esos ojos eran igual a los de Joel.
— No, pero si logras que ellas pasan en Matemáticas. Harás milagros enseñándome a mi –Bromee.
— Claro que te podría ayudar.
¡Ay! Acaba de aceptar. Eso no era lo que planeaba pero bueno.
— Cuanto me costara –Me miro metódico.
— Apostare contigo te parece
— Está bien, que quieres aportar
— Si Carol o Sara pasan el examen te enseño gratis –Guardo un minuto de silencio.
— Y...
— Si no pues te pasas un día conmigo y aun te enseño
Que perdía pasando un día con él. Hasta esperaba que fuera divertido.
— Acepto –Alce la mano en señal de cerrar el trato –Pero que no enteren ellas... que me matan por apostar con ellas...
Justo a tiempo solté su mano, porque en ese momento salieron las dos con cara deprimida. Si un examen matara, estas dos ya estarían sepultadas.
— Sara... no conteste casi nada... –está nerviosa, siempre que estaba así jugaba sin parar con sus pulseras – ¿Que tal te fue a ti?
— Ni preguntes... –Eso era estoy igual que tu.
— ¡¡Hola chicas!! –Salude un poco más alto de normal, necesitaba que le subiera el ánimo un poco.
— Hola Carla –Dijeron sin ánimos.
— Vamos animo – intente animar.
— Si Chicas les irá bien –lo intento también Ángel.
— Eso espero Ángel.
Ángel nos acompaño hasta el centro de la ciudad, donde en una vuelta nos separamos de él. Fue muy amable, más de lo que desearía. Tenía un poco de miedo, porque ya sabía que a Sara le gusta y no me quería meter donde no me llamaban. Creo que dejare la apuesta en secreto.
— Que tanto hacías Carla antes de que saliéramos con Ángel –Sabia que me preguntaría esto Sara.
— Bueno es que como no salían, y Ángel se me acerco –La culpa me comía, intente decir a medias la verdad –Me dijo que les ayudo a estudiar.
— Si fue muy lindo –Dijo Sara.
— Si...por poco pierde la cabeza explicándonos todo –Suspira Carol.
— Si lo creo
— ¡¡Oye!! –soltaron las dos.
— Es la verdad acuérdense la última vez que intente enseñarles algo –Es día fue memorial, más que estudiar fue noche de películas -Termina mas confundida que ustedes.
— Bueno caminemos, no que parecemos esquineras aquí –Muy cierto, estábamos en una esquina.
Caminamos para el norte, en la avenida más grande de la ciudad nos separamos todas con adiós, al rato nos vemos. Siempre nos conectábamos por la tarde.
Llegue a casa en unos 20 minutos, pero no sin antes pasar a la panadería por pan.
Cuando llegue salude pero no hubo respuesta, donde estará mi madre. Deje las cosas en la cocina. Me senté en la sala a ver que había en la televisión y nada que ver; me quede dormida después de un rato. Desperté y ya eran las 5. Me asome a la cocina y nada. Cansada esperar me prepare un sándwich.
Ese sándwich sabía rico o será que me moría de hambre. Prendí la computadora en un momento y como era de esperarse en cuanto me conecte estaba Carol y Sara. Hice una conversación triple con ellas.
Car: Hola!!!
S@r@: Hola Carla!! No sabes con quien estoy hablando??
Sakurita: Ya vas a empezar, dejala llegar Sara
S@r@: Pero esto importante
Car: ??
Sakurita: Hablar con Ángel no es importante
S@r@: si es importante!!! Para mi...
Car: estas hablando con Ángel.
Nuestras conversaciones a veces eran una locura, no entendíamos ni nosotras mismas. Entre esa conversación me llego un correo por aceptar. Chess_Loco@hotmail.com. Lo acepte para ver quien era.
Chess: Hola Car
Car: quien eres??
Chess: Ni hola dices
Car: Hola quien eres?
Chess: No me reconoces
Car: Si reconosco amigo del alma!! O Amiga??
Chess: Graciosa
Car: jiji
Mientras por otra conversación.
S@r@: Pelanos Car
Sakurita: Siii!!! CAR!!!
Te han enviado un sunbido.
Car: eh!
Empece a leer lo de arriba, que era mucho. Dos minutos estas ya tenían mas de una pagina de conversación.
Car: lo siento me perdi en la conversación.
S@r@: si lo notamos
Sakurita: Pero en que estábamos
Sakurita: Así cuentamos por dejaste de juntarte con Ángel en recesos Sara
S@r@: Creo que me llama mi mama...
Car: Sara!!!
Otra conversación. JOEL
Joel: Hola mi Carla
Car: Hola Joel
Joel: k haces?
Car: volviéndome loca con carol y Sara hablándome a la vez
Car: y tu?
Joel: apenas llegando
CONVERSACION CON Sara Y CAROL
Se ha salido de la conversación S@r@
Car: que paso??
Car: me voy unos minutos y se va S@r@
CONVERSACION CON CHESS (SIGO SIN SABER QUIEN ES)
Chess: me siento ignorado
Chess. Yo que ya te iba a decir quien era..
Car: quien eres?
Car: lo siento... es que me hablan demasiados a la vez y me confundo...
CONVERSACION CON CAROL
Sakurita: Es que evade la pregunta, siempre
Sakurita: No creas que no he intando sacarle la verdad.... pero noooooooo
Sakurita: estas ahí??
Sakurita: Car!!! Porque Sara no nos dira que pasa entre ella y Ángel
Sakurita: CAR!!!
CONVERSACION CON JOEL
Joel: te digo una cosa
Car: a ver dime
Car: dime!!!
CONVERSACION CON CHESS
Chess: quieres saber
Car: si
Chess: soy ....
CONVERSACION CON JOEL:
Joel: esta bien...
Ahí se apago la computadora; que coraje me dio me perdi de todo. Al final ni supe quien era Chess, que me quería decir Joel y porque Sara evadía la pregunta.

25 de enero de 2010

Capitulo 2.- Nuevo Alumno

Capitulo 2
Nuevo alumno


La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
Roger Martin du Gard


— Hermano -Llegue gritando hacia el.
— Stella la estrella –Me abrazo como si no me hubiera visto en días.
— Laila –decía dejándolo de abrazar – No soy Stella la estrella.
— Si te llamas Stella –Me provoco.
— L-A-I-L-A –recalque.
— Está bien Laila –Me sonrió.
Sentía el sudor por toda mi cara, casi de un salto me senté en la cama; que sueño tan raro. Me sentía extraña. Sentía como describirlo nostálgica.
Después del sueño no volvía dormir; esa extraña sensación no me dejaba molestar. Las pocas horas que quedaban para que sonara mi despertador fueron interminables.
Una semana larga, siempre me he fijado que la primer semana de clases todos apurados por entrar y muy trabajadores. Pero pasando la primera semana todo se vuelve monótono.
Hoy quedo como un día transcendental, llegue temprano; mis compañeros se sorprendieron al verme llegar. Que no podía llegar temprano sin que todo mundo se sorprendiera.
Cuando llego el maestro no llego solo, llego con un chico nuevo que por primera vez en la mañana me hizo sonreír, después de las extensas caras de sorpresa.
— Buenos días a todos –Saludo y después miro hacia donde estaba yo – O que milagro Señorita Wood, se cayó de cama- Y todos se empezaron reír, porque el mundo creo que no puedo llegar temprano – Bueno dejando el hecho de que por fin llego la Señorita Wood llego temprano, quiero presentarles al nuevo alumno se llama Joel Cross, viene de la capital –anuncio y se volvió a quedar pensativo – Bueno Joel para tu desgracia nada mas queda un lugar vacio, así que te vas tener que sentar con la Carla.
Sentía que mi corazón palpitaba cada paso que daba. Quien era él para que hiciera que mi corazón reacciona de tal forma. No tardo en llegar hasta mí para que mi corazón estuviera a punto de explotar.
— Carla verdad –dijo Joel.
— Sí, siéntate –Sonreí.
Esta clase fue en la que menos preste atención, mi cuerpo estaba presente pero mi mente vagabundeaba en otro mundo. Cuando sonó el timbre empecé a recoger mis cosas, cuando mi torpeza de siempre hizo caer mis libros. Joel no tardo en levantarlos.
— Bueno yo creo que por hoy será mi guía al salón –siguió cargando mis libros – O no volverás a ver tus libros –todavía me amenaza. ¿Quien se cree?
— Me rindo sígueme –Me reí con una voz más agudo de normal. Que me pasa.
Un silencio incomodo se formo entre nosotros, pero al parecer Joel no tardo en romperlo.
— ¿Oye la siguiente clase es aburrida? –pregunto Joel incomodo
— Pues depende de ti, te gusta la Aritmética –conteste sonriéndole, o no le estaba sonriendo.
— La verdad no, pero si le entiendo –aclaro Joel
— Mmm, es algo aburrida, pero si le entiendes es un gran avance –siguiendo riendo.
— Tú no le entiendes verdad –pregunto con cara de incredulidad.
— Para nada, me hago líos –avergonzada de mi ignorancia.
— Un día si quieres te ayudo –prometió y hora si me sorprendió.
— Gracias –agradecí algo sonrojada
Llegamos al salón, para sorpresa mía se sentó a lado de mí. Que traía entre manos, me sentía observada, después de que se sentó a mi lado. El no era la séptima maravilla para que todos se quedaran viendo... bueno a la mejor la sexta. Me reí para mi interior, estaba a punto de descontrolarme y soltar una risita cuando el maestro llego.
Me empezaba desesperar no podía pensar en otra cosa que fuera Joel, si seguía así sería mi ruina en cuanto mis calificaciones. Cuando sonó la campana, suspire resignada; no había entendido ni lo mas mínimo de la clase.
— Hoy estuvo fácil la clase -Comento Joel espantándome –Lo siento te espante...
— No... bueno si... un poco... –Sentía como mis mejillas se ponían rojas -me agarraste desprevenida.
— Entonces estuvo fácil la clase –Pregunto de nuevo.
— Claro pan comido –Esperaba que entendiera mi sarcasmo.
— Bueno creo que te dejo tengo que ir al salón del B para pasar por mi amigo Esteban
— Seguro que me están siguiendo –Se me quedo viendo medio raro –Es que también voy al B
— Aaaa –Empezamos a caminar rumbo al B –que casualidad
— Siiii que casualidad
Para cuando llegamos al salón, ya sabía que se habían divorciado sus papas y por eso estaba aquí solo con su mama y que se quedaban con unas tías. Cuando le conté de que no recordaba nada sobre mi pasado, su reacción no me sorprendió es la mínimo, todos hacen lo mismo cuando les digo que no sé nada de mi pasado.
— Entonces enserio no recuerdas nada de ti –Dijo sentándonos en una banca cerca del salón.
— Mis recuerdos empiezan cuando me encontraron –miro a los ojos –Si es triste no saber nada mí anteriormente, pero ahora puedo formar nuevos recuerdos.
Siempre que habla de este tema no era el mejor tema de conversación. Porque todos se arrepientan de seguirme preguntando. En eso momento salieron todos. Deje salir un suspiro.
— Por acá – grite viendo que no me veían. A veces estaban poco ciegas.
— Parece que por fin va almorzar Sara con nosotras –anuncio Carol, ignorando la presencia de Joel.
— Bueno ya vi a Esteban –se paró de un brinco –Te veo en un rato.
— Adiós–dije, pero en eso paso ángel y le dio un pequeño golpe a Joel.
— Fíjate por dónde vas –murmuro Joel, en eso salió su amigo – Provecho Carla... no te atragantes de comida– Vi como se alejaba de nosotros.
— ¿Quién es él? – dijo Sara llegando apenas.
— Es un nuevo compañero y es mi compañero de laboratorio –pregone, pero en eso no tardaron en atacarme con preguntas Sara y Carol, mientras caminábamos hacia patio.
— Está muy guapo –aprecio Sara - ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde viene?
— ¿Es lindo? –Dijo Carol - ¿Es engreído?
— Calmadas –dije- Supongo que tienes la misma edad que nosotras, viene de capital, si el lindo, no es engreído y es mío.
Las cosas pasan por algo, mis días empezaron a hacerse más rápidos. Desde la llegada de Joel, sentía que una parte de mi se había renovado. Sin embargo mis pesadillas sobre un hermano, me atormentaban cada noche haciéndome preguntar ¿Por qué aparecía el en mis sueños?
No podía reconocer aquellos ojos cafés que tanto en mis sueños me veían. Yo tenía unos curiosos ojos azules, algo extraños por el tono de azul. Los días me los días en clase me pasaba conversando sobre una cosa o la otra con Joel. Y en las tardes hacia lo mismo por mensajes. Como esta tarde que por fin me atreví a confesarle mis sueños. Era un tema que no había podido tocar con él, por miedo a que me tomara como loca.
> Que sueños tan raros Car.
> Si de los más raros, pero no logro descifrar
> No eso no, porque sueñas con él y no conmigo
> Porque contigo no serian sueños si no pesadillas
> Ah! Que mala! Conmigo seria unos encantadores sueños.
> Si como no, mi saldo se acaba así que a la mejor este es el último que te mando...
> NOOO!! para que no ahorrar saldo
> Oh si salió... si ahorro, pero si no estuviéramos mandando a cada rato, me duraría más.
Pasaron varios minutos y no respondía. Avente el teléfono por mi escritorio y me ti a bañar. Un baño de agua caliente me caería bien. A medio baño pude oír la música de Santana de Far away.
Empecé a cantar al ritmo de la música en ingles, desafinaba un poco pero no rompí ningún vidrio. Cuando Salí del baño lo primero que hice fue revisar el mensaje.
> Bueno entonces no te molestare mas
Era Joel, hasta el final me mando una cara triste. Sabía que en realidad no estaba enojado, así que no me preocupe mucho.
> Que malvado me acosas!!!
> Ahora soy el villano!!!
> Si el que secuestras a la princesa de su príncipe azul!!
> Y qué tal si yo solo estoy recuperando lo que es mío.
No lo había entendido eso, está a punto de enviarle que me lo explicara cuando ya no salió el mensaje. Que mala suerte tenía.
Cuando voltee a ver la hora, que noche era. El tenia razón, mi saldo se acaba por él. Metí a la cama un poco confundida, pero al final como cada noche logrando dormir.

— ¿Qué tal me veo hermanito? –Pregunte con mi nuevo vestido azul.
— Te ves linda Stella –Se acerco –Se ve monito con tus ojos.
— Los tuyos son lindos.
— Pero no únicos
— Si lo son porque son color chocolate, mi dulce favorito.
Otro sueño, cuando terminarían. Me senté un poco impaciente, recordaba a esa niña; Era yo.
Como no lo había notado antes, cuando me mire al espejo me pude ver que era yo pero cuando tenía 9 años más o menos. Que distraída había sido.
Me volvía acostar, que bonita me veía con ese vestido. Por primera vez en días pude dormir después de un sueño, normalmente no podía después de soñar con él.

24 de enero de 2010

Capitulo 1.- Inicio de clases... ¿Quién será el?

Capitulo 1
Inicio de clases... ¿Quién será el?

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Oscar Wilde

Ese es mi primer recuerdo, me encontraron mis padres adoptivos en la ciudad de Aragón, la ciudad donde vivimos, ellos estaban pasando cuando me encontraron tirada en la calle, cuando solo tenía 10 años, no recordaba nada y sigo sin recordar nada del pasado, como no sabía ni mi nombre, me pusieron Carla, desde entonces oficialmente soy Carla Wood, mi madre adoptiva es Estela y mi padre adoptivo James, como yo los llamo comúnmente mama y papa.
Ellos fueron muy buenos al verme recogido en su casa, se enamoraron de mi en cuanto me vieron tirada, ellos no podían tener hijos, así que yo fui como un milagro caído del cielo, intentaron buscar a mi familia, pero no encontraron nada sobre mi o eso es lo que dicen.
Hasta ahora han pasado 6 años, desde que me encontraron tirada en la calle; en estos días, estudio en la preparatoria de Aragón, la única por cierto; es una escuela, grande y hay árboles por todos lados, parece como si estuviéramos en el cerro.
Hoy como siempre, se me hizo tarde, salte de cama a la ducha, me bañe rápido, casi nadamos humedeciendo el cabello, es que tengo el cabello chino, es un problema por las mañanas, es un cabello rebelde; me espese a peinar , pero como no veía que se arreglara, mejor me solté y me puse mus. Salí corriendo hacia mi armario, donde saque mi uniforme, que era una falda tableada color azul , la blusa blanca y un chaleco hecho de la misma tela que la falda; me los puse los puse de inmediato, agarre mi mochila, iba a salir por la puerta cuando la abrí.
— Hay hace mucho frio, uh – dije y volví a meter a mi cuarto, saque una chamarra y volvía salir corriendo.
Pero cuando iba a medio camino, me acorde de que era domingo, volví desilusionada otra vez a la casa, tire mis cosas por un lado y me acosté en la cama sin quitarme el uniforme.
Pase el domingo lamentándome, me había levantado temprano en domingo y lo que era peor me quede dormida con el uniforme y lo arrugue todo, lo voy a tener que planchar otra vez. Al día siguiente se repitió la misma historia.
— Hay como siempre, llegue tarde a la primera clase del semestre –dije mientras corría a mi primera clase, que desgraciadamente era laboratorio Química.
Cuando toque la puerta, la voz del maestro Antonio respondió:
— Adelante –dijo, enojado y entre –Como el anterior semestre, señorita Wood, llega otra vez tarde.
— Lo siento, me quede dormida –mencione, pero al parecer a todos mis compañeros se empezaron a reír.
— Ya siéntese señorita Wood y creo que al parecer, usted no tendrá compañero este semestre, por llegar tarde –dijo maliciosamente el maestro Antonio, con una sonrisa maléfica.
Esta decepciona, porque no tendría compañero, tendría que hacer todo yo sola, este va ser un semestre difícil- pensé.
Cuando acabo clase, Salí corriendo, no quería llegar a mi segunda clase tarde. Después de laboratorio tenia aritmética, que clase tan aburrida, pero después de esta estaba receso, treinta minutos para disfrutar, Salí muy aprisa, del salón, para encontrarme con mis amigas; me juntaba con unas chavas de otro salón, una de ellas se llamaba Sara, ella era de alta y muy delgada, aunque no era de mente muy abierta y la otra era Carol, ella chaparra, aunque era de mente muy abierta, que grupo tan distinto éramos, esa era mi broma personal.
Después de un rato de estar esperando sentada en frente de su salón, por fin vi a mis amigas salir.
— Hola, porque tardaron tanto –pregunte un poco desesperada.
— Ya sabes los maestros, siempre nos tocan los maestros que dejan hasta tarde -respondió Sara riéndose
— Sí que maestros tan malos, y ¿a ti como te ido? –pregunto Carol
— Pues les diré, llegue como siempre tarde –mencione, pero en eso me interrumpió Carol
— Pues ya somos dos, verdad Sara, -dijo Carol, pero en un susurro me dijo – No hagas caso, este semestre entro un chico nuevo en nuestra clase y no le dejaba de mirar y… -confeso, pero antes que pudiera decir algo mas, Sara le había dado un golpe en la cabeza.
— Ya cállate Carol, yo no lo estaba viendo –se defendiéndose Sara, algo ruborizada
— Bueno les decía, llegue tarde de nuevo –repetí y las dos se rieron entre dientes, continúe – Como llegue tarde, no saben lo que me hizo el maestro, me dejo sin compañero, ahora voy a tener que hacer, todo yo sola.
— Mm, no creo que tengas problemas tu eres inteligente, el semestre pasado, tú no te fuiste a ningún extra y nosotras si –aprecio Carol, muy triste –Yo voy a tener que repetir el extra, porque lo reprobé.
— Yo gracias a Dios, me lo pase con 8 y Carol tu no pasaste porque te pusiste a dibujar en lugar de resolverlo –Burlándome Sara, mientras Carol sabia que eso era verdad, que ni había estudiado y que también se puso a dibujar.
Después de esa platica tan interesante, como siempre caminamos por todo el patio, después nos tuvimos que separar a nuestras respectivas clases, yo tenía a la siguiente Física, una de las que menos me gustaban, nunca he entendido, nada de eso, pero sabía que tendría que cursarla aunque no la quisiera y para acabala de amolar eran dos horas.
Cuando acabo física, estaba cansada y aburrida, estuve cabeceando toda la clase, por ahí oí la risa de unos de mis compañeros; luego seguía Literatura, mi favorita, uno de mis pasatiempos favoritos era leer, me encantada leer como Orgullo y Prejuicio o la saga de Crepúsculo.
En la clase en estos días, estábamos estudiando, literatura clásica o algo así, era algo aburrido, pero en fin era un libro.
Esa era mi última clase, por fin libre, pero para mi desgracia Sara y Carol, ya se habían ido hace una hora, así que me tocaba irme solo, como odio irme sola.
Antes de que saliera de prepa, me encontré con una vieja amiga se llama Michel, ella siempre fue una buena amiga, pero como quedamos en grupos separados, nos distanciamos, hacia mucho que no hablamos, para nada, así que hoy me decide parar hablar con ella.
— Hola Michelle, ¿qué haciendo? –Salude acercándome a ella
— Pues esperando a Fay –contesto Michel, Fay era su novio desde hace unos tres meses- ¿Y tú que haciendo por aquí, ya saliste?
— Ya Salí –respondí, ya estaba a punto de quedarme a platicar, cuando del otro lado de nosotras apareció Fay.
Después de eso se despedido Michel de mi y se fue; dentro de mi quisiera tener un novio – pensé, que estoy pensando, mejor ya me voy a mi casa, porque ya estoy pensando puras estupideces.
Llegue a la casa, como a las dos, mi mama estaba preparando la comida, así que fui directo hacia la cocina.
— Hola mon –Salude a mi madre
— hola hija, ¿cómo te fue? –pregunto con curiosidad
— Pues más o menos –respondí esperando que no se diera cuenta de mi preocupación ante la pregunta.
— ¿Cómo que más o menos, que sucedió? -pregunto preocupada.
— Pues, pues, llegue tarde como siempre, tú ya sabes –comencé, pero mama me miro con cara de ya no es novedad que se me haga tarde- Y llegue tarde a mi primera clase, así que me quede sin compañero, así que tendré que trabajar sola.
— Bueno, para que aprendas a llegar temprano –burlándose, no sé porque les causaba tanta gracia, a mi no, trabajar sola, pobre de mí.
Después de las risas de mama, me subí a mi cuarto, mi cuarto era rosa, para mi desgracia, desde que me adoptaron, no habían pintado, yo quería que fuera morado, pero hasta ahora no se podido pintar, mi cuarto no era gran cosa, tenía mi cama, un tocador, un escritorio, mi armario y creo que nada mas, aunque era pequeño, me gustaba, era encantador.
Me tire en la cama, pero antes me cambie de ropa y me puse a pensar; que me espera este semestre, espero que no muy difícil, todo mundo piensa que soy inteligente porque no reprobé ninguna, pero fue porque trabajo demasiado, no es que sepa mucha, solo trabajo demasiado; mis grandes preocupaciones para entonces eran que nos hicieran muchos exámenes, que nos aprendiéramos muchas cosas, mejor le paró ahí, ya no quiero pensar en eso.
Después de hora, llego papa y nos sentamos a comer, después subí a mi cuarto, me puse a leer uno de mis libros favoritos, ya eran las nueve, cuando acabe el libro, mire el reloj, o no ya son las nueve, corrí hacia mi mochila y hacer tarea.
Esto no era novedad, siempre me acuerdo de hacer la tarea hasta la última hora, me dormí hasta las 12:00 para acabar la tarea.
A la mañana siguiente por una vez en mi vida llegue temprano, tuve unas largas horas hasta receso, espere donde siempre a mis amigas, pero no aparecían, espere un rato mas, pero ni aparecían, así que fui a buscarlas al salón, donde las encontré, Sara estaba sentada junto un chico, que por cierto estaba guapo y con facciones un poco conocidas, Carol sentada en un butaca aburrida, en cuanto me vio salió rápido y solo dijo.
— Ahorita regresamos Sara –mientras salíamos de salón –Vámonos Carla
— ¿Qué pasa porque Sara esta con ese chavo? –pregunte con curiosidad entrometida.
— Es el chico del que te comente, se llama Ángel, le pidió ayuda a Sara –Dijo Carol, entre risas – Sara no se ha querido ir almorzar, por estar con él, ya me había desesperado, pensaba que nunca te ibas a parecer Carla.
— Bueno déjemelas, que sea feliz por hoy, no –acepte
Todo el receso, no la pasamos nosotras dos, Sara no se apareció, espero se haya pasado bien, porque no creo que a Carol le cause mucha gracia.
Toda la semana fue igual, cada receso se quedaba Sara se quedaba con Ángel, pero siempre que iba a buscar a Carol, el se me quedaba viendo, eso no es bueno, no quiero comprometer mi amistad, por el.

23 de enero de 2010

Prologo

PROLOGO
Muchas veces no damos importancia a nuestros recuerdos, a veces preferimos olvidar nuestra infancia porque fue cruel o hubo cosas que quisiéramos olvidar de por vida. Pero qué tal si olvidáramos todos nuestros recuerdos...
Que ni siquiera quedara nada de lo que fuimos, Carla no sabe nada sobre su pasado y eso abruma. Que tan difícil es no saber nada sobre ella. Cuando lo encontraron ni siquiera sabía su propio nombre.
Cuando empecé a recobrar el conocimiento, empecé a oír voces a mí alrededor.
— ¿Qué le habrá pasado? ¿Porque esta niña estaría tirada en calle? –pregunto una voz masculina
— No tengo idea, pero creo que esta herida –respondió una voz femenina
De repente, me empecé a levantar, ¿qué me había sucedido? , ¿Porque me dolía todo?; En cuanto me levante se me quedaron viendo y empezaron a hacerme preguntas.
— James, se está levantando –Señalo la voz femenina.
— ¿Qué te paso? –volviendo a preguntar la voz masculina que había oído anteriormente
— ¿Cómo te llamas, creatura? –dijo la voz femenina, con una de voz de una madre preocupada por si hijos.
En ese momento intente responderles, pero no recordaba nada, ni siquiera mi nombre, nada, esto era terrible y antes de que me siguieran haciendo preguntas respondí.
— No sé nada, no recuerdo nada, ni siquiera mi nombre –dije, me quede sorprendida, al oír mi voz como si fuera la primera vez que oía mi voz, ellos no se quedaron atrás, me miraron sorprendidos.

Primer Entrada

Bueno yo me llamo Andy, me encanta leer y escribir. Bueno quisiera compartirles mi historia con ustedes, espere que les guste.


Resumen
Muchas veces no damos importancia a nuestros recuerdos, a veces preferimos olvidar nuestra infancia porque fue cruel o hubo cosas que quisiéramos olvidar de por vida. Pero qué tal si olvidáramos todos nuestros recuerdos...


Que ni siquiera quedara nada de lo que fuimos, Carla no sabe nada sobre su pasado y eso abruma. Que tan difícil es no saber nada sobre ella. Cuando lo encontraron ni siquiera sabía su propio nombre.
Pero si de repente apareciera alguien que le hiciera recordar todo su pasado...