Capitulo 4
Declaraciones Fuertes
Solo soy una chica, parada enfrente de un chico... pidiéndole que la ame
De la pellicula "Nothing Hill" es la de Julia Roberts
Al día siguiente, llegue hasta más temprano de lo normal. Había dormido sin sueños, pero en cambia al levantarme me invadía la curiosidad de que tanto me perdí ayer. Llegue y corrí abrazar como cada mañana a Joel.
— ¡Joel! –me abrazo fuertemente.
— Car vienes muy amorosa hoy –me soltó.
— No, solo que me mata la curiosidad
— Curiosidad de que.
— No te hagas bien que sabes –Lo mire fijamente –Que me ibas a decir... es que se me apaga lo computadora
— Yo algo... – ¡Se puso rojo! Y el desentendido –No Carla... que estuviste tomando ayer
— Joel –Reclame.
Quería decirle que me digiera la verdad; pero como odiaba esa campana siempre sonaba en el momento que menos quiero que suene. Me senté desorienta.
— Por favor dime –dije en un susurro. Negó con la cabeza –Anda no seas malo.
El maestro voltio en ese momento.
— Guarden silencio –Ordeno.
No me iba rendir tan fácil. Le mande un papelito, que no tardo en responder.
Dime no seas malo Joel...
Yo no dije nada... eres tú la que dices que dije algo.
Juro que si me querías decir algo ayer
Mmm... Te dire pero tal vez al rato
Ahorita!!!
Te han dicho desesperada
Iba a responderle que si pero en el maestro de matemáticas me quito el papel. Con toda la calma del mundo leyó el papel para clase. Esto era infantil.
— Bueno como veo le importa saber que le va decir Joel que la clase Carla –Me miro con el seño fruncido –Bueno entonces Joel ya dígale lo que tanto le urge a Carla para que pueda por fin presta atención a mi clase.
— Este... –Mi miro enojado Joel
— Ahora
Joel no dijo nada; tan malo era lo que me iba decir. El profesor se estaba enojando, su cara se estaba poniendo rojo del coraje.
— Bueno como veo que a ninguno de los le importa mi clase los fuera –Señalo la puerta.
— Pero maestro –Proteste, Joel se había rendido muy fácil, el ya estaba en la puerta.
— Si sigue diciendo algo más Carla, le pondré un reporte –Amenazo.
Esa fue mi señal para salir de ahí; Joel se había enojado por la forma que se alejaba de mí. Corrí tras de él, que pasotes daba. Recordatorio para mí misma, correr más seguido.
— Joel –grite, me ignoro.
Tal vez necesita que lo dejara solo; camine más tranquila rumbo al salón del B. Cuando llegue como siempre discutían Carol y Sara.
— Te lo dije – Suspiro triste Carol.
— No eso no era lo correcto si pasábamos era por nuestra propia cuenta –Discutió Sara.
— Pero bien que tu también querías pasar
— Claro que quería pasar, pero no así.
— ¿Chicas que paso? –Dije por detrás de ellas y le metí tremendo susto a Sara.
— No me asustes así Carla –Se sentó arriba de la mesa –Menos después de lo que ha pasado hoy...
— ¿Que paso? –Pegunte de nuevo.
— Reprobamos
Eso ya me lo esperaba, tendría que cumplir la apuesta con Ángel, lo voltee a ver y me sonrió.
— Pero sabes cual es lo peor Carla –Se quejo Carol –Que alguien del salón consiguió el examen y se los pasaron a todos.
— Pero nadie lo uso ¿verdad?
— No, todos lo usaron menos nosotras
— Pero vean en lado bueno hicieron lo correcto.
— Si –Se bajo de la mesa –Mi conciencia que da tranquila
— La mía no, la mía me grita te molestare por no copiar –Nos reímos las dos de Carol, que dramática andaba hoy.
— Una cosa Carla –dejo su melodrama.
— Dime
— ¿Qua haces aquí?
— Me corres –Me hice la indignada.
— No es eso, pero si no mal recuerdo tú tienes matemáticas ahorita.
— Me corrieron de la clase junto con Joel
— ¿Te corrieron y eso?
— Estaba mandado palitos con Joel.
Estaba a punto de contarles sobre que me quería decir Joel, cuando él se asomo por la puerta. Me fije a ver si tenía la cara de enojada, pero no; siempre con su calidad sonrisa, que me hacia desear tenerlo a mi lado.
— Puedo hablar contigo –asentí y Salí.
Pude oír por detrás de mí como decían.
— Hablando del Rey de Roma...
— Que se asoma.
Joel no me hablo en todo el camino, solo me llevo hasta un lugar apartado, yo diría tranquilo para hablar. Nos sentamos y lo mire en la espera de que me digiera algo.
— Seré directo –Tomo aire –Yo no quería romper con nuestra amistad... pero no puedo seguir así... tengo que decirte esto...
— Si es por lo de hace rato, no te volveré a molestar, para que no nos saquen –Me miro como desorientado.
— No eso es... no me enojaría por una tontería como esa
— Entonces –Pregunte.
— Te quiero...
Eso no me lo esperaba eso; si era sincera conmigo misma. Yo también lo quería, pero siempre me lo negué, hay una frase que dice: De amigos a novios, se puede. Pero es muy difícil que de novios a amigos, nos podamos hacer de nuevo. Yo me había negado a misma la posibilidad, con el temor de que se perdiera siquiera su amistad con Joel. Pero me alegraba tanto la posibilidad.
— No debí decirte... –Estaba a punto de irse, cuando le agarre del brazo –Tu no me quieres verdad.
— Si quiero Joel, más de lo que crees
— Solo me dices eso para que no me sienta mal -Me miro con ojos suplicantes, como no podía creer.
— Claro que no
Y ahí fue cuando lo bese. Nuestro labios se unieron perfectamente, como si estuvieran hecho el uno para el otro; pudo durar momento este beso, para mi corazón fue inolvidable. Y ahora si fui yo cuando Salí corriendo yo.
Entre casi a brinquitos al salón del B, pero no había nadie más que Ángel.
— Hola Carla –Me miro, mientras yo respiraba entre cortada –Pareces alterada.
— Estoy bien –mis respiraciones se empezaron a tranquilizar.
— Bueno como oíste hace rato perdiste la apuesta.
— Si lo sé, te debo un día.
— Que tal este mañana –propuso. Era buen día sábado.
— Está bien, que tal te parece en la tarde.
— Ok
— Te recojo en el pelón a las 4 de la tarde.
El pelón era un monumento del fundador de la ciudad, pero como estaba calvo le apodaron el pelón. Salí del salón y a medio camino de mi en encontré de nuevo con Joel.
— No me dijiste si aceptas mi cita –Casi poniéndose en frente de mí. Con una sonrisa de oreja a oreja.
— Si ¿cuando? –Pregunte.
— Mañana, te recojo en el pelón a las 10 de mañana.
¡Oh! Estaba en problemas, dos citas en el mismo día que locura.